La forma favorita en que la que una persona prefiere comer los huevos puede predecir su tipo de personalidad, su trabajo e incluso su impulso sexual. En un estudio que ha usado matemáticas sofisticadas y un proceso conocido como la minería de datos, los científicos han descubierto una relación estadística entre el carácter de una persona, estilo de vida y clase social y si les gustan sus huevos cocidos, fritos, revueltos o como una tortilla.

Según el estudio, impulsado por el Consejo Británico del Huevo, los comedores de huevos escalfados son extrovertidos, los de huevos cocidos son desorganizados, los aficionados a los huevos fritos tiene un alto deseo sexual, los fans de los huevos revueltos son reservados y los consumidores de tortilla son autodisciplinados.

Los investigadores interrogaron a 1.010 adultos en todo el Reino Unido, que respondieron preguntas sobre sus preferencias en la forma de comer huevos y los aspectos fundamentales de su personalidad, así como detalles sobre su estilo de vida y familia. El estudio fue llevado a cabo por Mind Lab Internacional, una organización que lleva a cabo la investigación especializada en la psicología y la neurociencia de la elección del consumidor y la preferencia. Se utilizó un programa matemático llamado Modelo de Regresión Lineal Generalizado.

El comedor de huevos escalfados es probable que sea mujer y tenga dos hijos y no más de un hermano o hermana mayor. El gusto por los huevos escalfados aumenta a medida que uno envejece. Suelen ser más propensos a ser sociables y socialmente extrovertidos. Pueden tener una tendencia a usar ropa decorativa y prefieren la música alegre y animada. También son probablemente más felices que la mayoría.

Los que prefieren huevos duros hervidos suelen ser mujeres de clase trabajadora o superior y es más probable que sean más desorganizados, descuidados e impulsivos. También pueden correr un mayor riesgo de divorciarse.

El comedor de huevos fritos suele ser hombre y joven, con trabaja cualificado y que hermanos o hermanas mayores. Por lo general son abiertos a nuevas experiencias, creativos, curiosos e imaginativos. También son más propensos a tener mayores experiencias sexuales y fuertes impulsos sexuales.

Los que prefieren huevos revueltos suelen tener entre 20 a 39 años, estar en puestos de dirección y tener casa propia. Son menos propensos a ser neuróticos, pero son menos abiertos.

Las tortillas es la opción que tiene menos aficionados (hay que tener en cuenta que la encuesta se hizo entre británicos). Al que le gustan las tortillas suele ser de clase media, ser organizado, disciplinado, con una casa ordenada y tiene menor probabilidad de divorciarse.