En Europa, el número de días excepcionalmente cálidos ha aumentado significativamente después de 1950. En el sur de Europa, la sequía se ha reforzado tanto en intensidad como en frecuencia. Se espera que a finales de este siglo, la ola de calor sea unas 10 veces más frecuente que en nuestros días. Por el contrario, los episodios de lluvias intensas no deberían variar significativamente. Según todas las proyecciones realizadas, los riesgos climáticos se reproducen más frecuentemente que en el pasado.

El programa francés de investigación, VALIDATE (Vulnerabilidad de praderas y de la ganadería a hierba al cambio climático y otros efectos extremos) es un proyecto de investigación durante el período 2008-12, coordinado por el Instituto francés de Investigación Agraria (INRA) con otras 11 instituciones.

El estudio ha puesto de manifiesto una reducción de la producción en las praderas permanentes de las llanuras y en las temporales de las zonas altas de montaña. El aumento esperado de CO2 atmosférico podrá limitar el impacto de las olas de calor y de la sequía sobre las praderas. Los modelos realizados a nivel de parcela y de explotación muestran, en particular, un potencial de aumento de la producción en la primavera y en el otoño, que permite hacer frente a los riesgos de déficit en verano.