La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) continúa intensificando en estos días su labor de presión frente a la ratificación de la renovación del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Marruecos. Durante el encuentro que el sector hortofrutícola europeo que está teniendo lugar en estos días en Bruselas, el responsable estatal de Frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora, ha demandado al COPA-COGECA que profundice en las gestiones al máximo nivel con todos los diputados del Parlamento Europeo para que rechacen el nuevo acuerdo. Góngora ha destacado que “en estos momentos, cada voto es importante, y debemos explicar a nuestros eurodiputados punto por punto los graves impactos que sobre la economía de muchas regiones tendrá la renovación del acuerdo”. Góngora ha añadido “No se puede avanzar la liberalización comercial en el capítulo agrícola con Marruecos mientras no se asegure el seguimiento, control y cumplimiento del acuerdo en vigor y hasta que no se incluyan cláusulas sobre condiciones laborales, sociales y medioambientales en Marruecos”.

COAG considera que las consecuencias del acuerdo serán nefastas no sólo por el perjuicio que se derivará para los agricultores y consumidores europeos, sino también, entre otras cuestiones, desde el punto de vista medioambiental, por la falta de respeto al medio que se produce en las explotaciones agroexportadoras de Marruecos; desde el punto de vista social, por los conocidos incumplimientos a los derechos de los trabajadores en dichas explotaciones; o desde el punto de vista de la legalidad internacional, por incluirse los territorios del Sahara Occidental, sin tener en consideración los deseos de la población y si el beneficio que produce el acuerdo recaen sobre ellos.

Por todo ello, COAG continuará en los próximos días trasladando a los eurodiputados la necesidad de posicionarse en contra de la ratificación del acuerdo UE-Marruecos. La votación definitiva en la que se ratificaría la renovación del acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos se producirá en el Pleno del Parlamento Europeo de Estrasburgo, previsiblemente el 16 de febrero, tras el debate final que celebrará dicho órgano el día 14 por la tarde.