Hay cultivos que responden bien a elevados niveles de dióxido de carbono (CO2), pero el tipo de labor realizada influye poco en esa respuesta, según ha puesto de manifiesto un estudio del Servicio de Investigación Agraria de EEUU (ARS). Los investigadores comprobaron que bajo altos niveles de CO2, los cultivos de sorgo y soja aumentaban su fotosíntesis pero reducían su transpiración, con lo que incrementaban la eficiencia de utilización del agua. No obstante, no se observó diferencia entre realizar no laboreo o aplicar un laboreo convencional.

En el estudio, que ha durado 6 años, se ha comprobado que la soja tiene un uso más eficiente del agua que el sorgo, en niveles elevados de CO2.

Los investigadores compararon los niveles ambientes actuales de CO2 (unas 370 ppm) con los niveles previstos a finales de este siglo (unas 720 ppm). Se observó que con el nivel elevado de CO2, sin tener en cuenta el método de laboreo, la fotosíntesis de la soja aumentó en un 50%, mientras que la del sorgo solo se incrementó en un 15%. Pero estos resultados no fueron una sorpresa porque los cultivos tales coma la soja, que tienen la vía fotosintética C3, tiene una reacción más fuerte a los niveles elevados de CO2 que los cultivos tales como el sorgo y el maíz que tienen la vía fotosintética C4. La mayoría de las plantas en todas partes del mundo tienen la vía fotosintética C3.

La mayor eficiencia del uso del agua por parte del sorgo procede principalmente de una reducción de la cantidad de agua perdida por los poros de las hojas de la planta.

Aunque el no laboreo no tuvo ninguno efecto significativo en la respuesta de los cultivos a los niveles elevados de CO2, es un método que ofrece muchas ventajas, incluyendo una reducción considerable de erosión del suelo, conservación del agua en el suelo, y un almacenamiento aumentado de carbono en el suelo.

Los resultados de este estudio fueron publicados este año en la revista ‘Journal of Environmental Quality’.