La Federación Española de Empresarios Productores de Leche (PROLEC) estimó ayer las pérdidas de los productores asturianos en 62 millones de euros, a causa del grave temporal que azotó al Principado el pasado mes de junio. Las intensas lluvias han supuesto la práctica desaparición de las siembras de maíz en gran parte de la franja costera, lugar en el que se halla la mayor parte de explotaciones de vacuno de leche asturianas. Por ello, la Federación reclama a la Consejería de Medio Rural del Principado de Asturias que establezca urgentemente una línea de ayuda para los ganaderos, doblemente arruinados, por los bajos precios de la leche en origen y por el incremento en los costes de producción con la pérdida del maíz sembrado.

Para Javier González, presidente de PROLEC en esta Comunidad Autónoma y productor de leche de la zona de Gozón -una de las más afectadas por el fuerte temporal-, “la actual precariedad en la que estamos viviendo no nos permite volver a invertir dinero en el sembrado, puesto que se trata de un coste totalmente inasumible para el ganadero”.

Por su lado, Silvia Rodríguez, secretaria general y gerente de la Federación, ha comentado que “los productores no pueden asumir más incrementos en sus costes de producción, por lo que la Administración debería de reaccionar e intentar solventar esta situación”. Por todo ello, PROLEC también reclama al Consejo de Ministros de Agricultura la Unión Europea (UE) aprobar ayudas para compensar las pérdidas causadas por desastres naturales -como el ocurrido en Asturias-, que afectan al sector lácteo, tal y como ya se ha hecho con infraestructuras y edificios.

Sumando pérdidas

Cabe recordar que la situación del productor de leche asturiano sigue sin mejorar. Si a las pérdidas causadas por esta tragedia natural le sumamos las generadas durante el primer cuatrimestre de 2010, que la Federación estima en cerca de 35 millones de euros en Asturias, a causa de la diferencia entre los costes de producción y los precios percibidos por la leche en origen, el balance de la situación del sector lácteo sigue siendo muy negativo.