En el estómago de los rumiantes hay bacterias que ayudan al animal a convertir las fibras de plantas en el bolo alimenticio, pero hay otras, que son capaces de una hiperproducción de amoníaco. Estas últimas descomponen los aminoácidos, produciendo amoníaco y robándole nutrientes a los animales, los cuales tienen que ser compensados a través de suplementos en la dieta.

Los científicos del Servicio de Investigación Agraria de EEUU (ARS) han comprobado que el lúpulo, que habitualmente se utiliza en la producción de cerveza y que originariamente se agregaba a la cerveza para limitar el crecimiento de bacterias, puede reducir las poblaciones de bacterias de hiperproducción de amoníaco en el estómago de los rumiantes si se adiciona en la dieta.

En sus experimentos, los investigadores agregaron las flores de lúpulo o los extractos de lúpulo a cultivos puros de bacterias de hiperproducción de amoníaco a una mezcla de bacterias obtenidas del rumen de una vaca viva. Tanto los extractos como las flores inhibieron el crecimiento de las bacterias de hiperproducción de amoníaco, así como la producción de este compuesto.

En otro proyecto de investigación se ha identificado un compuesto del trébol rojo que también inhibe las bacterias de hiperproducción de nitrógeno. Los resultados de ese estudio fueron publicados recientemente en la revista ‘Current Microbiology’.