En breve se va a empezar a producir, en una planta piloto, combustibles de segunda generación a partir de la biomasa de álamos modificados genéticamente. Estos álamos han sido modificados para que tengan un menor contenido de lignina y por tanto, resulte más fácil su conversión en biocombustible.

Este proyecto ha sido posible por la unión de fuerzas de la joint venture holandesa Bio Base Europe, que cuenta en Gante con una planta piloto de transformación de biomasa y del Instituto flamenco de Biotecnología, que ha obtenido los árboles MG.

Recientemente se han cortado los álamos MG se plantaron en mayo pasado y se va a proceder a su transformación, según ha revelado Bio Base Europe en la celebración de su congreso.