De acuerdo con los últimos datos de la Agencia del Aceite de Oliva a 31 de diciembre, la producción de aceite hasta el momento ha alcanzado una cifra de 398.500 toneladas lo que supone un descenso del 6% con respecto la campaña anterior y del 7% con respecto a la media de las cuatro últimas campañas. Es el dato más bajo de las cinco últimas campañas, esto es debido a las difíciles condiciones climatológicas que han impedido en gran parte la recogida del fruto durante este mes. Esta cantidad se ha obtenido de la molturación de 2.015.614 toneladas de aceituna obteniéndose un rendimiento medio de 19,8%, medio punto superior al dato de la campaña anterior por estas mismas fechas.

Las importaciones, con datos provisionales para el mes de diciembre, ascienden a 7.700 toneladas, aumentando un 133% con respecto a la campaña pasada, ya que durante dicho periodo alcanzaron cifras muy bajas y descendiendo un 45% con relación a la media de las cuatro últimas.

La comercialización total (mercado interior aparente más exportaciones) alcanza la cifra de 182.200 toneladas, aumentando un 5% con respecto a la campaña anterior y un 4% con respecto a la media de las cuatro últimas.

Las exportaciones ascienden a 95.100 toneladas, con datos todavía provisionales para el mes de diciembre descendiendo con respecto a la campaña anterior en un 2% y aumentando en un 8% en relación a la media de las cuatro últimas campañas.

A fecha 31 de diciembre el mercado interior aparente ha alcanzado la cifra de 87.100 toneladas, cifra que ha ascendido en un 14% con respecto a la campaña pasada y quedando prácticamente igual a la media de las
cuatro últimas campañas.

Las existencias de aceite en poder de las almazaras (incluida la FPCO) son de 332.200 toneladas descendiendo un 18% respecto a la media de las cuatro últimas campañas.

Las existencias en envasadoras, refinerías y operadores alcanzan un total de 97.000 toneladas. El volumen total de existencias es de 429.200 toneladas, un 16% inferior a la media de las cuatro campañas anteriores. Esto es debido sobre todo a la baja molturación de las almazaras por la escasa entrada de aceituna.