La administración británica ha dado el visto bueno a la creación de un organismo que controle a los supermercados y vele porque se cumplan las normas establecidas en el nuevo Código de Practicas de la Distribución, que entrará en vigor el próximo 4 de febrero. La Comisión de la Competencia del Reino Unido aconsejó el pasado año la creación de dicho organismo, el cual tendría que tener la capacidad de poder multar a la distribución por las infracciones que se produjeran en el cumplimiento del nuevo Código.

Para la Comisión de la Competencia, la gran distribución tiene un excesivo poder sobre sus proveedores, generándoles unos riesgos excesivos y costes imprevistos, luego éstos, a su vez, transmiten a los agricultores y ganaderos.

Como era de esperar, este anuncio ha sido muy bien recibido por la organización agraria más importantes del Reino Unido, NFU, pero sin embargo ha sido criticado por el British Retail Consortium, asociación de la distribución, que considera que este nuevo organismos solo generará burocracia y aumento de costes para los consumidores.