Los últimos datos proporcionados por el ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino sobre inscripción de maquinaria agrícola reflejan una drástica caía en las ventas que seguirá siendo la tónica dominante en los próximos meses si los precios de los productos siguen sin repuntar. En el mes de agosto, último dato conocido, se matricularon en Castilla y León un 54 por ciento menos de tractores que en el mismo mes del año anterior y la caída de matriculaciones en los ocho primeros meses del año es ya de cerca del 40 por ciento con respecto al mismo periodo de 2008.

Esta caída en las ventas no es tan acusada cuando se trata de maquinaria empleada en la realización de labores agrícolas, una inversión mucho menor que la compra de un tractor y por tanto más asequible, y que además no se puede posponer porque muchos aperos son imprescindibles por haberse agotado la vida útil de aquellos a los que sustituyen. En este tipo de maquinaria la caída de agosto fue de 27 por ciento, pero en la acumulada del año no hay gran variación respecto al año anterior. Considerando el conjunto de tractores, remolques y maquinaria, la caída de venta de agosto fue del 38 por ciento y la de los primeros ocho meses de 15 por ciento.

Otro punto que revela estas estadísticas oficiales es que las ventas de la maquinaria “estrella”, los tractores, en nuestra Comunidad Autónoma han caído más que en el resto del país, donde la media de matriculaciones entre enero y agosto bajó algo menos del 25 por ciento, 12 puntos menos que en nuestra región, donde las ventas retrocedieron exactamente un 37 por ciento, muy cerca de los 40 puntos de descenso. Este hecho, para ASAJA, deja de manifiesto que “la crisis está afectando con toda su crudeza al campo de Castilla y León”, porque buena parte del sector primario regional pivota sobre dos sectores sumidos en la bancarrota desde hace meses, el lechero y el cerealista.

Estos datos ponen de manifiesto que el campo está pasando la peor crisis de su historia por una pérdida de rentabilidad sin precedentes, motivada por los bajos precios de los productos agroganaderos y los altos costes de producción. En la reunión de la pasada semana entre las organizaciones agrarias y el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, la consejera de Agricultura negó la afirmación de ASAJA de que no se estaba invirtiendo en el sector, pero son ahora los datos oficiales los que corroboran la voz de alarma dada por la principal organización agraria de Castilla y León.