Actualmente, el 7% de los productores alemanes de maíz ya disponen de una planta propia de biogás en sus explotaciones y el 5% tiene previsto construirla a lo largo de 2009 ó 2010. Esta tendencia es más acusada en los Estados Federados del Este de Alemania.

El 18% de las plantas de biogás ya existentes tienen una capacidad de producción inferior o igual a 150 Kw., el 69% de entre 150 y 500 Kw. y el 13% de más de 500 Kw., lo que genera una capacidad media de 427 Kw/instalación. En cambio, las plantas de biogás proyectadas para el futuro tendrán una capacidad máxima 350 Kw, según la Comisión Alemana del Maíz (DMK).

Los cultivos intermedios (cultivos de crecimiento rápido plantados y cosechados entre dos cultivos regulares) son el futuro de las plantas de biogás. Diversos estudios han revelado que, en general, la monofermentación del estiércol líquido no es rentable, por lo que el aprovechamiento de los cultivos intermedios para cofermentación podría contribuir a que el funcionamiento de estas instalaciones fuera económicamente viable.

El cultivo de estas plantas fermentables y de alto rendimiento permitiría un primer aprovechamiento del material vegetal para la producción de energía y, posteriormente, la utilización del sustrato resultante como fertilizante, según publica el Boletín Exterior del MARM.