La Comisión Europea presentó ayer un documento de debate sobre la gestión de los biorresiduos en la Unión Europea. Los biorresiduos -residuos biodegradables de jardín, cocina y alimentarios- representan alrededor de una tercera parte de los residuos municipales y pueden tener un impacto significativo sobre el medio amiente. Cuando se depositan en vertederos, liberan metano, gas de efecto invernadero 23 veces más potente que el dióxido de carbono que contribuye en gran medida al cambio climático. Si bien la gestión de los residuos en la UE está regulada por un conjunto considerable de normas, puede haber asimismo un margen de mejora en el ámbito de los biorresiduos, que ofrecen ventajas potenciales como fuente de energía renovable y materiales reciclados. El Libro Verde que se presenta hoy analiza las distintas opciones de gestión de los biorresiduos en la Unión Europea y contribuirá a evaluar la necesidad de tomar medidas legislativas. Plantea, en particular, cuál sería el nivel de actuación más adecuado -UE, nacional o local- e invita a los interesados a presentarle datos que respalden sus puntos de vista respectivos.
Stavros Dimas, Comisario de Medio Ambiente, ha declarado lo siguiente: «La UE debe convertirse en una sociedad del reciclado, más eficiente en términos de recursos, y los biorresiduos ofrecen grandes oportunidades a este respecto. Una vez que nuestros recursos pasan a ser residuos, tenemos que encontrar la manera de reciclarlos y transformarlos nuevamente en recursos útiles. La energía recuperada de los biorresiduos en forma de biogás o energía térmica contribuirá a luchar contra el cambio climático, y el compost de calidad puede contribuir de manera significativa a la buena salud del suelo y la biodiversidad. Debemos trabajar con las partes interesadas para garantizar que las opciones de gestión de residuos que elijamos brinden los mayores beneficios posibles a nuestro medio ambiente.».
La cuestión de los biorresiduos en la UE
El crecimiento económico de la Unión Europea ha dado lugar a grandes cantidades de residuos, provocando una pérdida de materiales y de energía, así como daños ambientales. Se estima que la UE genera anualmente entre 75 y 100 millones de toneladas de residuos de jardinería y alimentos.
La principal amenaza de los biorresiduos es el metano emitido en los vertederos. La Directiva sobre vertederos de la UE se adoptó para abordar este problema y establece directrices estrictas para su gestión. No obstante, el depósito en vertederos sigue siendo el método más común de eliminación de residuos urbanos en la UE ampliada.
Entre las opciones de gestión de biorresiduos figuran los sistemas de recogida selectiva de biorresiduos, el compostaje, la digestión anaerobia, el tratamiento biológico y la incineración con alta o baja recuperación energética. Los beneficios ambientales y económicos de los distintos métodos de tratamiento dependen de las condiciones locales, como la densidad de población, el clima y las infraestructuras. Las políticas nacionales de gestión de biorresiduos son muy diversas: algunos Estados miembros han adoptado pocas medidas y otros disponen de políticas ambiciosas en este ámbito. Son necesarios mayores esfuerzos para reducir la cantidad de residuos depositados en vertederos y aumentar el nivel de recuperación de energía y reciclado.
Elementos esenciales del Libro Verde
El Libro Verde describe las prácticas actuales de gestión de biorresiduos en la UE y considera las ventajas e inconvenientes de tales métodos, teniendo en cuenta los aspectos ambientales, económicos y sociales.
En el se examina asimismo el impacto de las medidas reglamentarias vigentes. La gestión de los biorresiduos ya está sujeta a una serie de medidas legislativas nacionales y comunitarias, entre las que se incluyen la disminución obligatoria del uso de vertederos (Directiva sobre vertederos), el fomento del reciclado (nueva Directiva marco de residuos), la incineración y el compostaje (Directiva sobre incineración, Directiva IPPC y Reglamento de subproductos animales) y normas y requisitos sobre productos (Reglamento sobre agricultura ecológica, requisitos de la etiqueta ecológica de la UE para el compost y normas nacionales). Asimismo, la Comisión trabaja actualmente en la elaboración de medidas adicionales, incluidos los criterios de fin de la condición de residuo para el compost y directrices para la gestión de los biorresiduos.
El Libro Verde analiza también la necesidad de adoptar nueva legislación que pudiera contribuir a dirigir una mayor cantidad de biorresiduos hacia el reciclado y la recuperación de energía. Su objetivo es estimular un debate entre las partes interesadas y ayudar a la Comisión a evaluar la necesidad de tomar medidas suplementarias a escala de la UE. La próxima etapa consistirá en una evaluación de impacto de una posible propuesta legislativa, prevista en 2009. La propuesta legislativa, si la evaluación de impacto la justifica, podrá adoptarse en 2010.
Se invita a las partes interesadas, y al público en general, a presentar sus observaciones. La consulta permanecerá abierta hasta el 15 de marzo de 2009.
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