Según datos de la agencia de investigación de le energía de Brasil (Empresa de Pesquisa Energética; EPE), el uso bioenergético de la caña de azúcar supuso ya en 2007 la segunda fuente de energía del país, al rebasar en contribución a la energía hidroeléctrica, que en Brasil tiene gran importancia, con más de 600 presas, algunas de gran potencia, como la de Itaipu de 14 GW, que produce el 20% de la energía eléctrica del país.

La bionergía supone ya en Brasil más que todas las fuentes distintas del petróleo, que sumadas suponen un 46,4% del total del consumo total de energía, muy por encima de los países de la OCDE donde la media que suponen las energías renovables es solo del 5,2%.

El uso bioenergético de la caña no es solo el bioetanol, sino también la cogeneración de electricidad con el bagazo, que s suele utilizar en las mismas fábricas que procesan la caña para la producción de azúcar o bioetanol.