Según un estudio de la consultora italiana Nomisma, “European Agriculture of the Future: the role of plant protection products”; las restricciones al uso de productos fitosanitarios que se están imponiendo en la Unión Europea por decisiones políticas y en especial la revisión de la directiva 91/414 supondrán un recorte dramático de las producciones de los principales cultivos en los próximos años

Uno de los escenarios prevé por este hecho reducciones de producción en 2020 respecto a la situación actual; de un 29% en trigo; un 33% en patata; un 20% en el conjunto de los cereales y de un 10% en vino.

Esta caída de producción podría además coincidir con un previsto aumento de la demanda alimentaria y para usos energéticos, lo que traerá como consecuencia una situación deficitarias, con altos precios y gran dependencia exterior, estando expuestos a las fluctuaciones de los mercados internacionales.

El informe concluye que el pleno acceso a la tecnología agraria, de la cual forma una parte importante la protección vegetal, es crucial si la UE desea mantener su competitividad y productividad agraria.