Dos empresas de materiales, la norteamericana Bemis y la australiana Plantic, han anunciado un acuerdo para el desarrollo de film flexible fabricado con un polímero a base de maíz para su uso en el sector agroalimentario.

Se trata de un film fabricado con maíz alto en amilasa, que es similar al film transparente habitual de uso doméstico, con la ventaja de tener una imagen mas medioambiental, al ser obtenido a partir de fuentes renovables y ser más biodegradadble.

El mercado del bioplástico crece desde hace un tiempo, de forma paralela al de biocarburantes y se está desarrollando sobre todo en EEUU, en principio a partir del almidón de maíz, aunque actualmente ya existen otras materias primas, como aceite de soja, caña de azúcar o residuos de industrias agroalimentarias.

Al igual que los polímeros obtenidos del petróleo, los obtenidos de materiales vegetales pueden graduarse molecularmente para obtener materiales más rígidos o más flexibles, pudiéndose fabricar una amplia gama de plásticos diferentes, aptos para objetos moldeados, termoformados, films, fibras textiles, adhesivos etc.