Una alimentación con un alto consumo de frutas y hortalizas y productos lácteos, y bajo o nulo en carnes, alcohol y café, no solamente es más saludable por sí misma, sino que además ayuda a dejar de fumar, según un estudio de la Universidad Duke de Carolina del Norte (EEUU).

El hábito de fumar está al parecer reforzado por determinados alimentos que potencian su sabor haciendo más atractivo este hábito, y otros por el contrario hacen que el humo del tabaco sepa peor favoreciendo su abandono.

En el estudio se ha analizado el comportamiento de 209 fumadores a los que se les ha preguntado sobre los alimentos que hacen que el fumar sea más o menos placentero. El 90% contestaron que los alimentos que hacen que el tabaco sepa peor son la leche y los productos lácteos; un 16% las frutas y hortalizas y un 14% las bebidas sin alcohol ni cafeína, como agua o los zumos.

Por el contrario un 44% opina que las bebidas alcohólicas mejoran el sabor del tabaco,
un 45% las bebidas excitantes como café, té o cola y un 11% la carne.