La postura que está barajando España en cuanto a la aplicación de la reforma de frutas y hortalizas transformadas sería aceptar el desacoplamiento total, pero tras un período transitorio de varios años, a determinar; en el que la ayuda sería acoplada a la superficie objeto de un contrato con la industria transformadora.

También se piensa en la posibilidad de que, con el fin de que se garantice el suministro a las industrias durante ese período transitorio, éste fuera el de referencia para establecer el importe del pago único definitivo.

Otros países en los que tienen importancia las ayudas a la transformación (Italia, Grecia y Portugal principalmente) también podrían aceptar el desacoplamiento tras un período transitorio, en el que existiría provisionalmente algún tipo de ayuda acoplada total o parcialmente.