Maple Leaf, productor número uno de porcino de Canadá y una de las principales empresas alimentarias canadienses ha optado por dar un giro a su política de funcionamiento. Con el fin de mejorar los beneficios, ha decidido centrar su actividad en la producción de carnes frescas con valor añadido y productos elaborados.

Para concentrar más inversión en este área de actividad ha optado por reducir esfuerzos en el ámbito de la producción, que tiene un elevado coste y mucho riesgo. Maple Leaf se convertirá en comprador de la carne que precise.

En consecuencia, tiene previsto reducir su cabaña de reproductoras. En un período de 12 a 24 meses espera bajar de las 120.000 reproductoras actuales a unas 60.000. En consecuencia, también la empresa tendrá que readaptar el tamaño de sus instalaciones de producción, sacrificio e incluso, de producción de piensos.