Científicos de la compañía BASF y de las universidades de Wageningen (Holanda) y Nüremberg (Alemania) han mostrado en un trabajo con animales de laboratorio que el consumo de un tomate transgénico modificado para tener un alto contenido de flavonas y flavonoles reduce de forma significativa varios marcadores de riesgo de enfermedad cardiovascular (proteína C reactiva en plasma, E-selectina, colesterol.

Este tomate modificado con dos genes de petunia y gerbera, mostró un efecto cardioprotector superior incluso al del tomate silvestre, que ya de por sí tiene un contenido en antioxidantes muy superior al del tomate convencional.

Los resultados de este estudio demuestran por primera vez de forma directa beneficios significativos para la salud derivados del consumo de un fruto genéticamente modificado.