Los productores de soja de Brasil han entrado ya en su quinta semana de protestas por los bajos precios, bloqueando carreteras, fábricas extractoras y silos en las principales regiones productoras, demandando medidas para paliar esta situación.

La semana pasada 1.500 agricultores marcharon sobre Brasilia, peor las protestas son especialmente graves en los estados de Mato Grosso del Sul y Rio Grande do Sul, donde es difícil el transporte por los bloqueos.

Las causas principales de esta crisis es el alto grado de endeudamiento de los agricultores, que se lanzaron a una fuerte expansión en campañas pasadas de precio de la soja alto, la fortaleza del real que hace perder competitividad a la soja brasileña en los mercados internacionales y el alto coste de la energía que encarece los insumos y el transporte.

El Gobierno Brasileño ha anunciado medidas excepcionales para paliar esta situación, por valor total de 1.000 millones de reales (320 millones de euros), en forma de apoyo a los precios, ayudas financieras, y seguros de agrarios. No obstante, estas ayudas son consideradas por los productores como totalmente insuficientes.