En agosto de 2000, apareció en Cerdeña la lengua azul, propagándose por toda la isla. Italia permitió que la administración regional concediera ayudas a las empresas y cooperativas que hubieran registrado una reducción de ingresos debido a obligaciones estatutarias o contractuales superior al 20 % (zonas agrarias desfavorecidas) o al 30 % (las demás zonas), con respecto a la media de los tres años anteriores. Estas empresas y cooperativas tenían que tener sede en Cerdeña y estar dedicadas a la recogida, transformación, acondicionamiento y comercialización de los productos agropecuarios,

Estas ayudas, que estaban destinadas a compensar las pérdidas debidas a la falta de materia prima destinada a la transformación, no han sido consideradas compatibles por la Comisión Europea por interpretar que afectaban a la competencia. (Decisión 2005/906/CE).