Según una investigación que acaba de publicar la revista científica Breast Cancer Research, una combinación de ácidos grasos omega-3 y el anestésico propofol es eficaz en la lucha contra el cáncer de mama y podría suponer una base para el desarrollo de nuevos fármacos en la lucha contra esta enfermedad.

El Omega-3 y el propofol por separado tienen efectos poco significativos sobre el cáncer de mama. Sin embargo en combinación han mostrado en pruebas de laboratorio inhibir la proliferación y migración de tumores malignos en un 50%, así como su metástais.

La mayor fuente de ácidos grasos omega-3 en la alimentación, a los que se atribuye importantes propiedades saludables, son los pescados azules (sardina, jurel, caballa, atún etc..). También tienen Omega-3, pero en cantidad menor, algunos frutos secos, como las nueces y todos los alimentos a los que se les enriquece artificialmente con omega-3, normalmente a base de aceite de pescado.
Actualmente hay en desarrollo plantas oleaginosas transgénicas que producen aceite rico en omega-3.