Los bebedores de vino se benefician de un efecto protector de las enfermedades cardiovasculares, en mayor medida que otras bebidas como la cerveza u otros licores, según un trabajo publicado en la revista Journal of Thrombosis and Haemostasis, que ha publicado varios artículos sobre el vino, el alcohol y el riesgo de enfermedades coronarias. Según varios estudios, el consumo moderado de alcohol previene en cierta medida contra estas enfermedades. Sin embargo el de vino es aun más protector que el del resto de bebidas alcohólicas, siempre dentro de un consumo moderado, que se estima en como máximo 25 gramos de alcohol diarios (equivalente a 5 vasos de vino).

Sin embargo, el consume de alcohol, incluyendo el vino incremente el riesgo de cáncer, según otros estudios. Además el consumo no moderado de alcohol incremente el riesgo de infartos, cirrosis o pancreatitis crónica.