La Asociación de Cultivadores de caña de azúcar de Australia (Canegrowers) y la asociación de la industria azucarera (ASMC) han llegado a un acuerdo para reformar la ley azucarera en vigor y desregular el sector. Con este nuevo acuerdo se suprimen las zonas azucareras existentes y los derechos de entrega de los cultivadores a las azucareras, por el que las fábricas estaban obligadas a recoger la caña que se les ofertara procedente de sus zonas asignadas. A partir de ahora los cañeros deberán negociar de forma individual o colectiva a que fábrica entregan, así como el precio y las condiciones; existiendo un mecanismo de arbitraje en caso de conflicto.

Esta desregulación del sector, con la que se espera que reduzca el número de cañeros y la producción de azúcar está patrocinada por el Gobierno Australiano, que la ha puesto como condición para conceder un paquete financiero para reestructurar el sector, que incluirá ayudas a la industria y un plan de abandono con ayudas para los agricultores que dejen de cultivar caña. Australia se comprometió a otorgar al menos 21 millones de dólares al sector en este paquete, tras el fracaso de no poder incluir el azúcar en el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.

El sector del azúcar australiano se encuentra concentrado en la región de Queensland y se encuentra actualmente en crisis debido a los bajos precios del mercado internacional, del que es muy dependiente Australia produce en un año normal unos 5 millones de Tm de azúcar, de las cuales consume solamente unas 800.000 Tm, exportando el resto. Australia tiene los costes de producción más bajos del mundo tras Brasil y es un país muy crítico y beligerante con las políticas proteccionistas del sector azucarero de varios países, sobre todo con las de la UE, encabezando junto con Brasil y Tailandia un litigio contra la Unión Europea ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).