16-12-03. COAG Almería ha detectado un espectacular aumento de los robos de colmenas en todas las comarcas del interior de la provincia que habitualmente albergan colmenares en esta época. En los dos últimos años, se ha pasado de robos ocasionales de pocas colmenas a hurtos frecuentes en el tiempo con un saldo global de cientos de colmenas sustraidas a lo largo de la última campaña agrícola.

Los apicultores de COAG se sienten indefensos ante esta situación, ya que los robos suelen desarrollarse con total impunidad debido a que las colmenas están emplazadas en zonas aisladas y distantes de los núcleos de población, con escasa presencia de las fuerzas de seguridad. Estos robos ponen en peligro la actividad de cientos de apicultores almerienses, ya que en algunos casos se sustraen colmenares completos durante la noche y con ayuda de varios camiones. Además, estos robos han provocado que las compañías aseguradoras decidan no cubrir los daños por hurto cuando se declaran dos sucesos consecutivos en la misma campaña, algo que aumenta la desprotección del apicultor.

Aumentar inspecciones

Para acabar con esta situación, COAG va a solicitar al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil y a la delegación provincial de Medio Ambiente que se aumenten los controles a los vehículos que transporten colmenas y se inicie una campaña intensiva de indentificación de las mismas para comprobar si son robadas. La legislación vigente obliga a los apicultores a identificar cada colmena con un número de registro personal y a tener al día la cartilla ganadera y el denominado cuaderno de trashumancia, por lo que es fácil identificar material robado haciendo una simple inspección ocular durante el momento del transporte de las colmenas.

COAG sospecha que las colmenas robadas son vendidas fraudulentamente para labores de polinización en los invernaderos. Por este motivo, Almería fue la primera provincia andaluza en número de robos de colmenas durante la campaña 2002-2003.