Las ventas generales de antibióticos veterinarios en los países europeos se redujeron en más del 34% entre 2011 y 2018, según ha puesto de manifiesto el informe de Vigilancia Europea del Consumo de Antimicrobianos Veterinarios (ESVAC), que ahora cumple su décimo año de publicación.

Además, las ventas totales de ciertos agentes antimicrobianos veterinarios que pertenecen a clases de antibióticos que se consideran de importancia crítica en la medicina humana disminuyeron notablemente entre 2011 y 2018.  Las ventas de cefalosporinas de tercera y cuarta generación se redujeron en un 24%, las polimixinas en un 70%, las fluoroquinolonas en un 4% y las ventas de otras quinolonas en un 74%. El uso de estos antibióticos en animales debe restringirse para mitigar el riesgo para la salud pública.

En el caso de España, las ventas de antimicrobianos descendieron en un 45% entre 2010 y 2015, descenso atribuible a la adopción del Plan Nacional contra la Resistencia a los antibióticos el 1 en junio de 2014, actualizado recientemente para 2019-2021.

Además, el consumo de agentes antimicrobianos para uso veterinario en España ha bajado de 418,8 mg / PCU en 2014 a 219,2 mg /PCUP en 2018, lo que supone una reducción del 48%, con un claro cambio de tendencia desde 2014 hasta la actualidad. Los datos detallados del consumo de antimicrobianos en España pueden consultarse aquí.

En contra de etiquetas de «criado sin antibióticos»

AnimalhealthEurope (Asociación europea de empresas de medicamentos veterinarios) considera que estos datos muestran que Europa está en el camino correcto para mejorar la sanidad animal y adoptar un enfoque que esté más centrado en la prevención.

La asociación apoya la reducción de antibióticos pero monitoreando los impactos de cerca para evitar consecuencias negativas en el bienestar de los animales en aquellas granjas que ya han implementado muchas medidas preventivas y ya han reducido drásticamente el uso de antibióticos. Desaconsejan enérgicamente la promoción de políticas o etiquetas de «criado sin antibióticos», ya que los veterinarios siempre deben poder prescribir antibióticos para tratar infecciones bacterianas en animales.