Las lluvias caídas en los últimos días han resultado, en general, muy beneficiosas para los cultivos, pero en algunas zonas han venido acompañadas con fuertes vientos, que han causado daños:
León
El estado de los campos es óptimo, tratando de recuperar el retraso en los ciclos debido a unas siembras que con carácter general fueron tardías por la meteorología de otoño. Las lluvias caídas aportarán también el tempero suficiente para las siembras del cultivo del girasol, que se inicia por estas fechas, y que ocupará fincas desplazando superficies que de otra forma estarían destinadas a barbecho, según señala ASAJA León.
Respecto a la agricultura de regadío, las lluvias están interrumpiendo las siembras del maíz, cultivo estrella en la provincia, pero son beneficiosas ya que sin ellas no estaba garantizada la nascencia de la planta en las zonas de regadío no modernizado, y por otra parte todavía hay más de dos semanas por delante para poder sembrar con garantías de éxito. La situación de los embalses, llenos a rebosar, y con unos ríos todavía muy caudalosos, da gran tranquilidad para afrontar una campaña de riego que debería de hacerse sin restricción alguna, y aún así, permitir unas buenas reservas de agua para el próximo año.
Por último, la lluvia está siendo también muy favorable para que salgan unos pastos que se estaban retrasando tanto en la montaña con en el resto de la provincia.

Alicante
Las lluvias que se han registrado en la provincia de Alicante desde el pasado viernes 19 de abril se traducen en términos generales en un gran beneficio para el campo alicantino, que llevaba meses sufriendo la falta de precipitaciones (salvo algún episodio concreto registrado en febrero).
El agua ha sido “una bendición” para los cultivos y permitirá que “haya una correcta brotación durante la primavera, tanto para los cultivos de secano como para los de regadío”, según destaca ASAJA Alicante.
También, estas precipitaciones provocarán un aumento de calibres y producciones. El beneficio de la lluvia será notable para las hortalizas, cuyas producciones se verán engrosadas; la cereza, que incrementará sus calibres; y otros cultivos como los cítricos, el granado, el cereal, el olivar y el almendro. Por ejemplo, la patata ganará hasta 500 kilogramos más por tahúlla y la alcachofa contará con dos o tres cortes más.
Otro de los puntos positivos de las lluvias viene de la mano del ahorro en agua. Asaja Alicante estima que los agricultores no tendrán que regar por goteo sus hortalizas durante unos 15-20 días, periodo que se amplía hasta un mes en otras especies arbóreas como el granado.
Los daños se registran solo en parcelas concretas y en cultivos como el níspero. ASAJA Alicante lamenta la falta de infraestructuras para recoger el agua de lluvia y evitar que se eche a perder en el mar.
Valencia
Por el contrario, en Valencia, el temporal de intensas lluvias durante los últimos días ha dejado un sabor un tanto agridulce en la agricultura. En líneas generales, el agua ha resultado muy beneficiosa, especialmente para cultivos de interior como el viñedo, máxime porque el campo valenciano estaba muy necesitado de lluvias y este episodio ha supuesto un aporte hídrico importante que ha servido, además, para limpiar el arbolado y recargar acuíferos y pantanos, de acuerdo con una primera estimación de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
Sin embargo, hay que apuntar que en aquellas zonas donde las precipitaciones han superado los cien litros por metro cuadrado -fundamentalmente en la comarcas de la Safor, la Marina y también en algunos puntos de la Ribera- se han producido inundaciones y desperfectos por arrastre de tierras.
El viento ha provocado daños por rameado -es decir, por los golpes de las ramas sobre los frutos- en el cultivo de los cítricos y también en variedades extratempranas de frutales como el melocotón y la nectarina. Además, ese mismo viento ha tirado al suelo una cantidad significativa de fruta y en aquellas producciones que se encuentran en la fase inicial de su desarrollo, como sucede con el caqui, ha secado numerosos brotes o los ha tronchado.
Además, el viento ha destrozado muchas plantas de patata, sobre todo en aquellas parcelas más próximas al mar
Respecto a los cítricos hay que lamentar la situación en la que queda la variedad ortanique respecto al seguro, ya que el período de cobertura finalizó el pasado 31 de marzo y como la maduración de la referida mandarina ha llegado con retraso y la demanda comercial muestra cierta atonía aquellas producciones que se han visto afectadas por el temporal no podrán acceder al cobro del seguro pese a haberlo contratado. Por ello, AVA-ASAJA va a dirigirse a Agroseguro para que, a la vista de esta coyuntura, prorrogue la validez de la fase de garantía de esta variedad.
Los almendros de las comarcas de interior también han sufrido igualmente la incidencia negativa del viento, una circunstancia que se suma a los daños causados por las últimas heladas.
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