En 2013, la cooperativa francesa Cavac comenzó una iniciativa para conseguir un precio justo para el trigo y encontrar una solución a la volatilidad de las cotizaciones de las materias primas. A lo largo de este tiempo se han ido uniendo más cooperativas y ahora lo acaba de hacer la cooperativa Triskalia, una de las más importantes de Bretaña.

La iniciativa se refiere a trigos de calidad panadera e implica que el precio que recibe el agricultor depende de los costes de producción y varía según los costes que tenga cada zona. Los compradores (harineros y panaderos) se comprometen, mediante contrato, a comprar el trigo al precio acordado durante un período de 3 años. Están comprometidos en la iniciativa una decena de harineros y unos 300 panaderos.

Inicialmente, solo 10.000 tn de trigo estaban cubiertas por estos contratos, pero debido a las nuevas incorporaciones de cooperativas, la cifra se ha doblado.