El pronóstico para la producción de piensos compuestos de la UE en 2024 ofrece una perspectiva mixta, que refleja diversas tendencias en los sectores ganaderos influenciadas por factores económicos, regulatorios, ambientales y de salud animal.

Los factores clave que influirán en el mercado en 2024 son la incertidumbre económica, los cambios normativos y el impacto continuo de las enfermedades animales y ambientales. Estos factores seguirán determinando la dinámica de producción en toda la UE y afectarán a los distintos sectores de la alimentación animal de diversas maneras.

Según los datos de la Federación Europea de Fabricantes de Alimentos Compuestos (FEFAC), se prevé que la producción de piensos compuestos industriales en la UE27 aumente ligeramente un 0,50% en 2024 en comparación con 2023, alcanzando los 147 Mt. La producción de piensos para aves de corral muestra un crecimiento moderado, con un aumento esperado del 1,3%. Esta recuperación se produce tras un 2023 complicado, impulsado por un repunte de la producción avícola en estados miembros clave como Francia, España y Portugal, que comenzaron a recuperarse de los impactos de la gripe aviar del año pasado. Sin embargo, la producción avícola en Hungría e Italia sigue sufriendo brotes continuos de gripe aviar H5N1.

El sector de la alimentación porcina sigue bajo presión, pero muestra signos de estabilización en comparación con el año pasado; en particular, se prevé una recuperación moderada en Irlanda (+3%), España (+5%) y Polonia (+1,9%). Sin embargo, persisten desafíos clave debido a una disminución general de las poblaciones de cerdos en la UE27 debido a las presiones económicas y relacionadas con las enfermedades animales, en particular la peste porcina africana (PPA). Además, Alemania, Bélgica y los Países Bajos se enfrentan a una mayor presión política para reducir las emisiones de las granjas o reducir aún más la escala de la cría de animales, lo que crea una incertidumbre significativa para el sector.

Se espera que la producción de alimentos para el vacuno de la UE se mantenga relativamente estable, con pequeñas fluctuaciones dependiendo de las condiciones regionales vinculadas a la disponibilidad de forraje.