Un loba recibió un disparo en la madrugada del martes de la semana pasada, cuando estaba atacando al ganado en una explotación francesa de Longevilles-Mont-d’Or (Doubs). La loba iba en una manada con otros dos lobos. El que realizó el disparo fue un teniente de louveterie o louvetier, que es un figura existente en Francia encarnada por una persona privada que ejerce voluntariamente la función de ayudar al Estado en materia de vida silvestre, incluso sobre el plan sanitario. En la antigüedad era los encargados de mantener a raya la población de lobos.
El disparo ha sido considerado como un «simple disparo defensivo» que se realizó mientras la manada atacaba el ganado.
Desde la organización agraria francesa FDSEA se pide una solución al problema de los lobos. Los ganaderos consideran que cuando se tienen más de tres manadas, es decir 20 lobos identificados en su territorio se tiene que poder regular esa población en algún momento. El lobo es inteligente, hay que educarlo con tiros de miedo, tiros defensivos y tiros de muestreo. Si la manada ha recibido un disparo y un lobo está en el suelo, el resto está en el suelo, pueden comprender que acercarse al ganado no es algo bueno , argumentan desde la organización.
Sobre el lobo abatido van a realizar una autopsia, para saber si se reprodujo este año o el año pasado.
La ciudad de Longeville-Mont-d’Or se encuentra en la frontera con Suiza. En Francia, el lobo gris, que ha regresado solo de Italia, experimenta una dinámica demográfica favorable desde hace 10 años, y la Oficina Francesa para la Biodiversidad (OFB) estima su población entre 826 y 1.016 individuos.
Todo necesita un equilibrio que vivan pero que dejen vivir .Cuando se pasa de unos límites hay que reaccionar
El ganadero tiene que demostrar que ha sido un lobo para cobrar 65 euros dentro de un año, la única manera es cogiendo el lobo