El Ministro francés de Agricultura, Julien Denormandie, presentó el viernes pasado las principales líneas de cómo será el Plan Estratégico que desarrollará la futura PAC 2023-27 en Francia. Este país es el primer beneficiario de la PAC en la UE con un presupuesto anual de 9.000 M€.
Las decisiones anunciadas por el ministro fueron:
Transferencia de fondos entre el primer y el segundo pilar de la PAC: se va a fijar en el 7,5% que es el que se aplica hasta ahora. Las nuevas normas de la PAC permitirían llegar a un trasvase de fondos del 10% en 2023 e ir gradualmente incrementándolo hasta un 15% (el máximo que permitiría el reglamento) en 2026.
Pago redistributivo: Francia ya ha venido aplicándolo y lo mantendría en la nueva PAC en las mismas condiciones que hasta ahora, destinando un 10% del presupuesto del primer pilar y sobre la base de las primeras 52 hectáreas. En la futura PAC, el porcentaje máximo que se puede dedicar a este pago sería un 12%. Esta es una medida que hasta ahora en España no se aplica, pero que el ministro español Luis Planas ya ha anunciado su deseo de aplicarla.
Pagos directos: mientras que en la PAC actual hay diferencias de hasta el 20% en los importes de las ayudas en ciertos territorios, en la futura PAC, Denormandie ha anunciado que esta variación no será de más del 4% en los montantes de grandes sectores o territorios. Las cuantías previstas para 2027 serían estables en grandes cultivos, un 2% más altos en vacas lecheras y un 3-4% más bajos en vacas nodrizas.
Convergencia de las ayudas directas: se fija en el 85% (actualmente es el 70%) al final del período, estableciendo que la reducción individual no supere el 30%. Una convergencia del 85% en 2026 es lo que propone la Junta de Andalucía para España, mientras que el Mapa y otras CCAA como Aragón apoyan una convergencia del 100% en 2023.
Producción ecológica: no habrá ayudas para los productores que están en producción ecológica porque el gobierno considera que ya están retribuidos por el mercado. Habría ayuda para la reconversión.
Horticultura: se introducirían ayudas a la horticultura con un presupuesto de 10 M€.
Proteínas vegetales: Se quiere duplicar la dotación de ayudas para proteínas vegetales (soja, alfalfa, etc.), en detrimento de las ayudas animales (bovinos, caprinos, ovinos).
Ecoesquemas: habría dos niveles de ayuda, una «estándar» y otra «superior» y tres posibles vías de acceso: prácticas agronómicas, certificación e infraestructura agroecológica. Dentro de la certificación estaría la producción ecológica y la certificación francesa HVE (alto valor ecológico) que tendrían un nivel superior. El Ministerio quiere poner en marcha una certificación ambiental de nivel “2+”, pero no ha especificado si estaría en el nivel estándar o en el superior. En prácticas agronómicas se incluiría: cero laboreo en un porcentaje de los prados, cobertura vegetal en un porcentaje de entre hileras y la diversidad de rotaciones en tierras cultivables (incluidas leguminosas, proteínas vegetales, pastos permanentes). El Ministro estima que el 79% de las fincas “tendrían acceso al nivel estándar o superior”, el 13% “quedarían excluidas y tendrían que modificar su rotación en un 5% ”, y “ entre 10 a 15% no serían elegibles en absoluto ”.
Como siempre Francia marca la pauta de la agricultura en la UE y es la que tiene las ideas más claras, respecto a temas como la creación de empresas por jóvenes agricultores con medidas de apoyo financiero mediante créditos blandos a largo plazo conveniados con el BEI, etc. Tienen una visión más profesional de la agricultura ya que allí con más superficie cultivada que en España tienen casi un tercio de titulares de explotación que aquí. Fomentan la agricultura familiar y el profesionalismo del sector y eso se trasluce en sus propuestas de política agraria. En cuanto a los ecoesquemas es el más claro y simple y se nota que conoce el terreno y está en contacto y comunión con el sector. Respecto a la agricultura ecológica no se puede ser más claro y rotundo, algo de lo que no se han enterado nuestras Administraciones Agrarias, y es que en agricultura ecológica y me refiero a los productores que producen y están comprometidos con ese manejo, las dificultades financieras están en el periodo de reconversión en donde se produce una bajada de la productividad considerable, los costos de producción se incrementan por el encarecimiento de los inputs que precisan estar calificados para uso ecológico -otro tema es si deberían ser tan caros- y además la producción obtenida se tiene que comercializar como convencional por lo que no parece que una sobreprima del 20 o 25% de la ayuda sobre la certificada como ecológica compense ese incremento de gastos. No es lógico que la mayor parte del presupuesto de ayudas a la agricultura ecológica se destine a los que ya son productores ecológicos sin tener en cuenta que éstos ya están remunerados por el mercado. Por ejemplo en almendra, cítricos, frutas, etc. los precios de cotización de mercado casi duplican los precios de los productos en convencional máxime teniendo en cuenta que son ayudas al desarrollo rural que deben compensar únicamente los sobrecostos del paso de un manejo convencional al ecológico ya que después al igual que los demás productos tienen acceso a las ayudas directas independiente de que sea un manejo o gestión integrada o ecológico. De esta forma y bien canalizados esos recursos, si que se conseguiría alcanzar en 2030 el objetivo de que un 25-30% de la superficie de la UE sea ecológica.
Solo una pequeña «pega» a tu comentario:
Dices que «en Francia, con más superficie cultivada que en España tienen casi un tercio de titulares de explotación que aquí»
Esto entraría en contradicción con que «fomentan la agricultura familiar».
No se puede fomentar la «agricultura familiar» con pocos «titulares de explotación».
La agricultura familiar, como su propio nombre indica, significa que la actividad de la explotación la realicen los miembros de la unidad familiar (no en base a asalariados y/o jornaleros o temporeros), lo cual conlleva que las explotaciones sean «pequeñas», de tamaño «familiar», que necesiten 1 o 2 UTAs (como máximo 3).
Por encima de esto es agricultura «empresarial» o, incluso, «industrial».
Además, como hoy mismo (25-05-2021) publica Agrodigital: «Francia estudia evitar el acaparamiento de tierras agrícolas».
Es decir, que ese menor numero de «titulares de explotación» es consecuencia de que la mayor parte de las tierras «dos tercios de la superficie agraria útil está en manos de empresas». Dicho de otra forma, que hay un «acaparamiento de tierras en pocas manos».
Por tanto, su problema es que tienen «grandes explotaciones» y poca «agricultura familiar».
Estemos atentos, y no impulsemos (por codicia de unos pocos) una tendencia hacia este modelo productivo, mediante medidas que impulsen o favorezcan la concentración de la actividad agropecuaria en pocas manos.
Casi lo mismo que Miguel, pero como he indicado en los escritos, el empresario se tienen que sentir «amo» y que algunos medios (maquinaria) que no puede tener en exclusiva, tenga una posibilidad a semejanza de cultivo agrupado y, finalmente, no estar indefenso ante los grandes del Comercio, tanto por falta de producto a lo largo del año, como de información de mercados.