Málaga. 7 de Septiembre de 2007 (2 PÁGINAS). La situación de todas las cabañas ganaderas de la provincia de Málaga es insostenible por lo que corren grave riesgo de desaparición la práctica totalidad de las granjas debido a la escalada del precio de los piensos que se utilizan para su alimentación. El auge de la demanda para la producción de biocarburantes principalmente en EE.UU., y de las importaciones para alimentación de países emergentes como China o India, contrasta con las malas cosechas de las despensas mundiales de grano —Argentina, Australia y Canadá, sobre todo—. Todo ello ha alimentado tal especulación que el incremento de precios del cereal ha experimentado, en este contexto, una subida de entre el 40 y el 60 % en los doce últimos meses, según variedades.
Todas las cabañas se están viendo perjudicadas por el constante incremento del coste de los piensos, especialmente grave en el caso del sector caprino. Así las cosas, y en función de su importancia social, el mayor número de ganaderos malagueños afectados son de ovino-caprino —2.500 granjas y 530.000 animales—; bovino —771 explotaciones y 21.000 cabezas—; porcino — 570 cebaderos y 384.000 cerdos— y, en menor medida, cunícola y avícola.
Ante la crisis actual del sector ganadero, que también afecta al resto del país, UPA-Málaga está estudiando con el conjunto de profesionales de la provincia la convocatoria de inminentes movilizaciones si no se obtienen ayudas urgentes de la Administración para solventar el problema.
Lengua azul empeora la situación
La lengua azul agrava el problema al que se enfrenta la ganadería, en este caso cebándose con las cabañas de ovino y caprino, cuyos costes de alimentación han pasado de 0,20 Euros —32,98 de las antiguas pesetas— por kilo en julio de 2006 hasta 0,26 Euros actuales —43,8 pesetas—, lo que supone un incremento del 33%.
La aparición de la lengua azul en Málaga, aunque no entraña riesgo para la salud humana, sí supone un problema ganadero económico de primera magnitud puesto que obliga a inmovilizar la cabaña de rumiantes en un radio de 20 kilómetros a la explotación afectada. En nuestra provincia, la zona restringida por lengua azul abarca 150 Kilómetros alrededor de los focos localizados en Casares (Málaga), por lo que la cabaña de ovino y caprino en ese mencionado radio tiene limitaciones para la venta. Se está llegando, por tanto, al colapso de mercado debido a que aumentan los costes de alimentación, al tener que permanecer los animales más tiempo en la explotación.
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