La interprofesional de la carne de vacuno, Provacuno, ha presentado el pasado 5 de junio en el Palacio de la Prensa de Madrid su nueva campaña “La misión especial del vacuno”, enmarcada dentro del programa europeo Sustainable European Beef y cofinanciada por la Unión Europea. El acto, celebrado coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, incluyó la proyección de un spot publicitario que reivindica el papel de los ganaderos como protagonistas de una misión estratégica por la sostenibilidad de Europa.
La campaña plantea una imagen renovada del sector, con un enfoque positivo y profesional que pretende no solo promover el consumo de carne de vacuno, sino también visibilizar la labor del campo y afrontar los retos estructurales del medio rural. Uno de esos retos, quizá el más urgente, fue el eje central de la mesa redonda organizada durante la jornada: el relevo generacional.
Un problema de continuidad en el sector ganadero
Durante el encuentro, se abordó con preocupación la dificultad creciente para asegurar la incorporación de jóvenes al sector. Uno de los elementos más señalados fue la falta de viabilidad económica de muchas explotaciones pequeñas, que no permiten cubrir las necesidades básicas de una unidad familiar. Se habló de la necesidad de facilitar el acceso a superficies mayores o mejorar las condiciones para ampliar la actividad, como primer paso imprescindible antes incluso de plantear una formación específica.
También se subrayó la importancia de que el sector ofrezca estabilidad, ingresos dignos y una vida profesional atractiva. La imagen pública de la ganadería, en muchas ocasiones asociada al sacrificio, el aislamiento o la precariedad, sigue siendo un obstáculo para despertar interés entre los jóvenes.
Por otro lado, se destacó el potencial transformador de la digitalización y la innovación tecnológica. Explotaciones altamente tecnificadas, con sensores, GPS, manejo remoto y herramientas digitales están abriendo nuevas posibilidades para una gestión más eficiente y moderna. Sin embargo, se advirtió que estos avances aún son poco conocidos fuera del sector, lo que dificulta su atractivo para las nuevas generaciones.
El papel de la mujer en el medio rural
Una parte fundamental del debate giró en torno a la escasa incorporación de mujeres a la ganadería. Se reconoció que, a pesar de algunos avances, las barreras culturales, sociales y estructurales siguen siendo muy notables. El peso de los cuidados, la falta de referentes visibles y los estereotipos asociados al rol masculino en las explotaciones limitan la presencia femenina en el campo.
También se puso de relieve que, cuando acceden al sector, las mujeres tienden a liderar explotaciones más pequeñas, pero a menudo más sostenibles, innovadoras y vinculadas a nuevas formas de gestión. Se insistió en la necesidad de transformar las dinámicas culturales que aún dificultan ese acceso, así como de mejorar la visibilidad del trabajo femenino en el medio rural.
Rentabilidad, normativa y servicios
El debate recogió también una crítica compartida sobre la complejidad normativa que afecta al sector. La creciente burocracia, los trámites administrativos y el volumen de exigencias legales suponen una sobrecarga especialmente para las explotaciones familiares y pequeñas empresas. Se señaló que muchos ganaderos dedican hoy más tiempo a tareas administrativas que al manejo directo de sus animales, lo que genera desánimo y pérdida de sentido profesional.
Junto a la carga burocrática, se apuntaron otras carencias estructurales del medio rural, como la falta de servicios públicos, transporte, conectividad o acceso a la vivienda, que dificultan aún más el asentamiento de nuevas generaciones.
Una oportunidad de futuro si se actúa a tiempo
Pese a todas las dificultades expuestas, el tono general fue optimista. Se destacó que el sector vacuno español cuenta con una base sólida, un nivel de profesionalización creciente y una demanda global que sigue al alza. La clave, coincidieron los participantes, está en canalizar ese potencial hacia un modelo más competitivo, atractivo y sostenible.
La necesidad de actuar de forma estructurada, con apoyo público, cambios normativos, formación específica y herramientas adaptadas a las nuevas realidades fue uno de los mensajes más reiterados. En un contexto de concentración progresiva, digitalización y presión ambiental, facilitar el relevo generacional se percibe como una tarea estratégica y urgente.
Es tan atractivo el negocio que las nuevas generaciones se pegan por continuar.
A comprar la carne al extranjero,
Luego que vayan a sus granjas a exigirles controles de calidad. y achucharles como hacen con los de aquí.