El sector del almendro ha experimentado importantes variaciones en los costes de producción durante la campaña 2023/24, según los datos recogidos en un informe, publicado por la Junta de Andalucía, basado en entrevistas a productores y en los índices de precios y salarios del Ministerio de Agricultura. Aunque algunos insumos han registrado descensos significativos en su precio, otros han experimentado un aumento que afecta la rentabilidad del cultivo.
En términos generales, los costes de algunos de los principales insumos han descendido en comparación con la campaña anterior. La electricidad ha experimentado una caída del 34 %, los fertilizantes han reducido su precio en un 28 %, los carburantes en un 11 % y la protección fitosanitaria ha bajado un 2 %. Estos descensos se producen después de la crisis energética que llevó a un aumento drástico de los costes en 2021/22, derivado del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Sin embargo, no todos los indicadores han sido positivos. El coste de la mano de obra ha aumentado un 7 %, mientras que los gastos en conservación y reparación de maquinaria han subido un 6 % y los bienes de inversión han experimentado un encarecimiento del 5 %. Estos factores han condicionado la estructura de costes del sector, manteniendo la presión sobre la rentabilidad de las explotaciones.
Diferencias entre regadío y secano
El estudio distingue tres tipologías principales de explotaciones de almendro en función del régimen hídrico y la pendiente del terreno, lo que influye directamente en la productividad y los costes de producción.
Las explotaciones de regadío de baja pendiente han registrado un rendimiento medio de 921 kg de grano por hectárea, con un coste total de 2.253 euros por hectárea. De este total, 1.952 euros corresponden a costes directos, 215 euros a costes indirectos y 86 euros a costes generales.
En el caso del almendro en secano de baja pendiente, el rendimiento ha sido significativamente menor, situándose en 209 kg por hectárea. En términos de costes, se ha registrado un gasto total de 797 euros por hectárea, de los cuales 626 euros han sido costes directos, 147 euros costes indirectos y 24 euros costes generales.
Las explotaciones en secano de alta pendiente han tenido un rendimiento aún más bajo, con 134 kg de grano por hectárea. El coste de producción en estas fincas ha ascendido a 897 euros por hectárea, con 815 euros en costes directos, 68 euros en costes indirectos y 14 euros en costes generales.
Coste de producción por kilogramo y evolución reciente
En términos de coste por kilogramo, los datos muestran una tendencia creciente en los últimos años. En la campaña 2023/24, el coste medio del almendro en regadío de baja pendiente se ha situado en 2,64 euros por kilogramo, lo que supone un incremento del 8 % respecto a la campaña anterior.
Las explotaciones en secano han experimentado un encarecimiento mayor en términos relativos. En las de baja pendiente, el coste ha ascendido a 4,04 euros por kilogramo, lo que supone un incremento del 10 %. En las de alta pendiente, el coste por kilogramo ha alcanzado los 6,98 euros, con un incremento del 9 %.
Estas diferencias se explican por la menor productividad de las explotaciones de secano, que registran rendimientos mucho más bajos que las de regadío, lo que incrementa el coste unitario por kilo de almendra.
Factores que determinan los costes de producción
Más allá del régimen hídrico, existen otros elementos que influyen en la rentabilidad del almendro. La superficie media de las explotaciones varía entre los distintos modelos de producción. En el caso del regadío de baja pendiente, la superficie media de las fincas analizadas es de 6 hectáreas, mientras que en secano, tanto en baja como en alta pendiente, la superficie media es de 3 hectáreas.
Otro factor determinante es la edad de las plantaciones. En las explotaciones de regadío, la edad media de los árboles es de 8 años, mientras que en las de secano de baja pendiente se eleva hasta los 21 años y en las de alta pendiente alcanza los 32 años.
El uso de mano de obra también varía en función del tipo de explotación. En las de regadío, se han necesitado 5,7 jornales por hectárea, mientras que en secano de baja pendiente esta cifra ha sido de 3,2 jornales y en secano de alta pendiente se ha elevado a 6,7 jornales por hectárea.
En el caso de las explotaciones de regadío, a pesar de que el gasto en agua y electricidad eleva los costes, la mayor productividad permite compensar estas inversiones y lograr un menor coste unitario por kilogramo de almendra. En cambio, en las explotaciones de secano, el menor rendimiento y la mayor necesidad de mano de obra hacen que el coste de producción por kilo sea considerablemente más alto.
Perspectivas del sector
El informe refleja que, aunque se ha producido una reducción en los precios de algunos insumos esenciales como fertilizantes y electricidad, el incremento en los costes laborales y de mantenimiento de maquinaria sigue suponiendo un reto importante para la rentabilidad de las explotaciones.
El modelo de producción influye de manera determinante en la sostenibilidad económica del cultivo. Mientras que el regadío ofrece un mejor equilibrio entre costes y productividad, las explotaciones de secano, especialmente las de alta pendiente, enfrentan un coste unitario mucho más elevado, lo que las sitúa en una posición más vulnerable en términos de rentabilidad.
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