La agricultura ocupa un lugar importante en las recomendaciones finales de la Conferencia sobre el futuro de Europa, que se entregaron el pasado 9 de mayo (Día de Europa) en Estrasburgo a los tres copresidentes de las instituciones europeas (Roberta Metsola por el Parlamento Europeo, Ursula von der Leyen por la Comisión Europea y Emmanuel Macron para el Consejo de la UE).
Estas recomendaciones son el resultado de una consulta ciudadana que ha durado un año y que se dividido en cuatro ámbitos: 1. Economía-educación-transformación digital, 2. Democracia europea-leyes, 3. Cambio climático y medio ambiente y 4. Migraciones.
En el grupo referente a «Cambio climático y medio ambiente», los ciudadanos han considerado que las ayudas de la PAC deberían reorientarse a favor de la producción ecológica y sostenible, que respete normas medioambientales precisas. También piden que se reduzca significativamente el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, de acuerdo con los objetivos existentes, pero sin dejar de garantizar la seguridad alimentaria. Asimismo demandan la introducción de una certificación de fijación de carbono, así como la eliminación del “dumping social” a favor de una transición ecológica hacia mejores empleos en el sector agrario.
La Conferencia sobre el futuro de Europa terminó el pasad lunes. Ha sido una iniciativa en la que el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea se comprometieron a escuchar a la ciudadanía y a dar seguimiento, en sus respectivos ámbitos de competencia, a las recomendaciones formuladas.
El informe que han recibido consta de 49 propuestas de los cuatro sectores establecidos que incluyen objetivos concretos y más de 320 medidas para que las instituciones de la UE las sigan.
Todas estas propuestas (agrarias y no agrarias) serán examinadas ahora y se organizará un evento este otoño para informar a la ciudadanía del seguimiento que se les dará.
Todo un cúmulo de buenas intenciones. Vamos a ver en qué quedan, pero desde luego no se puee ser optimista mientras se mantengan importaciones «de terceros» por lo motivos que sean. España y supongo Europa no va a poder competir con los precios agrarios de países que el jornal puede llegar a ser un puñado de arroz (por ejemplo Sud-Äfrica) y, además, explotaciones enormes que pueden llegar a ser medio país europeo, perfectamente equipada, como el ejemplo de Australia y su producción de nueces, cuyo vídeo se ha «popularizado». Bueno, ¡No se puede competir!. Otra cosa es que se valore lo suficiente la Agricultura y Ganadería tradicional, con la industrial. Pero desgraciadamente a todos nos falta algo en los últimos días de mes.