La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) ha reclamado a Lleida, que se establezcan ayudas directas a las cooperativas con el objetivo de no comprometer su viabilidad ante el fuerte bajón de ingresos que se prevé debido a las intensas heladas principios de abril. La petición de la FCAC se ha trasladado durante la reunión de coordinación de la Campaña Agraria 2022 convocada por la Delegación Territorial del Govern en Lleida.
Albert Capdevila, responsable de fruta de la FCAC, subraya que “los productores de fruta y almendra de unas 40 cooperativas agrarias de Lleida y Tarragona han perdido buena parte de la cosecha y, en consecuencia, estas empresas verán reducidos drásticamente sus ingresos, llegando a bajadas del 85%. Nos preocupa la situación de las cooperativas afectadas porque, ante una caída drástica de la entrada de producto, pueden encontrarse con dificultades para mantener la estructura de personal, incluso su viabilidad empresarial”.
Las 192 cooperativas agrarias catalanas generan 4.400 puestos de trabajo, lo que supone un incremento del 4,5% en relación a 2020 (4.208 puestos de trabajo). Las 37 cooperativas de fruta dulce producen el 45% de la fruta de hueso (melocotón, nectarina, platerina, albaricoque…) y el 34% de la fruta de semilla (manzana y pera) de Cataluña. Las 73 cooperativas de frutos secos producen el 75% del total catalán de almendra.
Las heladas han afectado especialmente a 30 cooperativas de las comarcas de Lleida; en concreto son 19 cooperativas del Segrià, 5 de Les Garrigues, 3 de la Noguera y 3 del Pla d’Urgell. En Tarragona existe afectación en una decena de cooperativas de comarcas como la Ribera d’Ebre, la Terra Alta, el Priorat o el Baix Camp. Por sectores productivos, en 26 cooperativas el cultivo dañado es fruta (fruta de hueso como melocotón, nectarina y platerina, pero también manzana y pera), mientras que para una quincena de cooperativas está en peligro la entrada de almendra.
La FCAC avanza que, pese al descenso de producción, las cooperativas agrarias trabajarán por mantener la actividad comercial con el agravio de un incremento de los gastos fijos por kilo de fruta confeccionada. Las ayudas directas facilitarían poder hacer frente a los costes fijos y evitar una posible implementación de expedientes de regulación del empleo, con las consiguientes afectaciones en el territorio.
No estaría mal que los gerentes de las cooperativas, tan profesionales ellos y con esos buenos sueldos, expliquen porque no tienen suscrita la póliza de seguros que cubre estos gastos fijos. Que la mitad la pagamos entre todos.
Ahora toca llorar