En Francia se ha producido algo nunca visto hasta ahora, que el precio de la leche convencional se iguale al precio de la leche ecológica. Como puede verse en el gráfico adjunto, los precios se han aproximado por la bajada del de la ecológica y la subida del de la convencional.
En el caso de la leche convencional, los precios están aumentando debido a las elevados cotizaciones de los productos lácteos industriales (mantequilla y polvo). Durante los dos primeros meses del año, las entregas de leche aumentaron porque el mayor precio compensaba el incremento de los costes. Según el Instituto francés de la Ganadería (Idele), habrá que esperar a tener las cifras de entregas de marzo para saber si la guerra de Ucrania ha puesto fin a esta dinámica.
En el caso de la leche ecológica, el consumo de productos lácteos ecológicos está disminuyendo mientras que las entregas siguen aumentando (1.230 millones de litros en 2021, un 11% más que en 2020), aunque se han ralentizado por los elevados precios de los piensos. Los precios de la leche ecológica han bajado entre 5 y 15 €/1.000 l respecto al año pasado.
Deja unas cuantas cosas en el aire esta noticia.
Porque la tendencia en Francia desde la desaparición de las cuotas es una diversificación de precios bastante mayor de la que pueda existir en otros lugares.
La importancia de la leche de vaca como materia prima para la elaboración de quesos hace que exista precio diferente para la leche de calidad quesera y leche para beber o quesos u otros elaborados fuera de denominación de origen.
En cualquier caso es una tendencia sorprendente la que señala el artículo. A pesar de que quizá se refiera más a leche para beber que a leche de calidad quesera. Si bien deja de lado toda la diversidad de precios que hay (sujeta a contratos y la relación directa entre productores y transformadores), si señala precisamente otra tendencia contradictoria a la anulación de una de las estrategias de diversificación del mercado: el label ecológico.