La Unión Europea y los EEUU anunciaron este fin de semana el Compromiso Global de Metano, una iniciativa para reducir las emisiones globales de metano que se lanzará en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26) en noviembre en Glasgow. Según el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, este gas representa aproximadamente la mitad del aumento neto de 1ºC en la temperatura media global desde la era preindustrial.
Los países que se unen al Compromiso Global de Metano se comprometen con un objetivo colectivo de reducir las emisiones globales de metano en, al menos, un 30% para 2030 en comparación con 2020 y avanzar hacia el uso de las mejores metodologías de inventario disponibles para cuantificar las emisiones de metano. Cumplir con el Compromiso reduciría el calentamiento en al menos 0,2 grados Celsius para 2050.
Además de la UE y EEUU, seis países ya se han unido al Compromiso: Argentina, Ghana, Indonesia, Irak, Italia, México y Reino Unido.
Este Compromiso tiene repercusiones en el sector agrario. En su nota de prensa, la Comisión Europea hace mucha más incidencia en la agricultura que lo que hace EEUU. La CE se ha encargado de recordar que en octubre de 2020 presentó el Pacto Verde Europeo con una estrategia para reducir las emisiones de metano en todos los sectores clave que abarcan la energía, la agricultura y los residuos. La reducción de las emisiones de metano en la década actual es una parte importante de la ambición de la Unión Europea de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030.
Además, la CE ha informado que este año propondrá una legislación para medir, informar y verificar las emisiones de metano. También está trabajando para acelerar la adopción de tecnologías de mitigación a través de un despliegue más amplio de la ‘agricultura de carbono’ en los Estados miembros de la Unión Europea y a través de la futura PAC.
Por el contrario, EEUU hace más incidencia en buscar reducciones significativas de metano en la industria del petróleo y el gas, así como en los vertederos, oleoductos e instalaciones relacionadas. En cuanto al sector agrario, está trabajando para proponer prácticas agrarias voluntarias que puedan reducir las emisiones de metano de fuentes agrarias, clave al incentivar el despliegue de sistemas mejorados de manejo de estiércol, digestores anaeróbicos, nuevos alimentos para ganado, compostaje y otras prácticas.
Más acertada me parece en este caso la política de EE UU