La Conselleria de Agricultura de la Comunitat Valenciana ultima dos órdenes de ayudas para el fomento de alternativas a la quema de restos agrícolas y para agilizar la ejecución de los planes locales de prevención de incendios forestales.
Las ayudas a la promoción de alternativas a las quemas agrícolas incluyen la adquisición de maquinaria y herramientas, la contratación de personal vinculado al uso de estos equipos, así como el encargo de la gestión de los restos vegetales a una empresa de servicios.
Los fondos destinados a promover la gestión de los restos agrícolas distinta a la quema señalan un 80% de ayuda para los municipios con una población inferior a las 1.500 personas, y del 60% para el resto hasta un máximo de 15.000 euros por ayuntamiento.
En cuanto a las ayudas para los planes locales de prevención de incendios forestales, podrá acogerse todos los ayuntamientos de la Comunitat que tengan aprobado su plan local y que serán subvencionables todos los trabajos contratados contemplados en el documento planificado de prevención. Solo en lo que va de año se han aprobado 72 que se suman a los 103 del 2020
El gasto subvencionable en la ejecución de Planes Locales de Prevención de Incendios será del 90% para ayuntamientos con menos de 1.500 habitantes, del 70% para aquellos de hasta 5.000 y del 50% para los que superen ese umbral.
Antiguamente la paja de los arrozales valía dinero. Con la entrada de las cosechadores esto se terminó y según la mentalidad o idiosincrasia de cada sitio, esto fue un estorbo o se aprovechó. Según informaciones recibidas de mis compañeros, en el Baix Ebre, la paja se entierra en el 95% de las fincas, desde la aparición de las cosechadoras. La materia orgánica superaba ya hace 15 años, el 7%. Las reservas de fósforo superaron las 700 partes por millón, que permitieron suprimir durante muchos años, las aportaciones de superfosfato, provocando el cierre de la fábrica de S. Carles de la Rápita.
Hay gente que saca beneficio con un poco más de trabajo y hay gente que prefiere …
En cambio hay quien dice que enterrar la paja es nocivo para las plantaciones del nuevo año.
La paja tiene que estar unos 2-3 mese enterrada, para que se produzca la fermentación violenta, después ya no. En los frutales este detalle es más importante, de ahí que se aconseja el estiércol ya hecho. En las patatas es todo lo contrario.
El problema o la discusión es si en el caso del arroz, pasa suficiente tiempo fermentando antes de plantar. Normalmente sí, menos en los campos que sirven de coto de caza. Ese es otro problema que no viene al caso.