Por las características de la remolacha como planta captadora de carbono; por su importancia como cultivo social y como factor económico, España no puede permitirse el lujo de perder la remolacha, y Castilla y León, mucho menos. El cultivador contará siempre con el sector de la semilla.
La semilla de remolacha es el fruto de un trabajo constante del máximo nivel científico que traduce las necesidades del productor en genética más tecnología, sin olvidar los requisitos exigidos por el industrial transformador. Y todos sus avances están desde el minuto uno al alcance de todos.
Por hacer una comparación, la humanidad conoce el trigo hace más de 10.000 años y cultiva el trigo blando hace más de 8.000 años. La atención a la semilla y la selección de variedades de remolacha cuenta con poco más de un siglo, pero con unos resultados espectaculares.
La remolacha AZUCARERA
A comienzos del siglo 19, Achard monta su primera fábrica de azúcar de remolacha, después de que Olivier de Serres y Magraff consiguieran extraer la sacarosa que almacenan en su raíz algunas remolachas cultivadas como lo hace la caña de azúcar. Con la metodología científica de la época se ponen en marcha las herramientas para la selección (estudio del fenotipo; test de descendencia de Vilmorin; densidad de las raíces; uso del polarímetro). Las variedades Blanca de Silesia y Beta imperialis fueron las más utilizadas y de ellas proviene el material actual.
Duplicación de la ploidía
Siendo la remolacha en sus orígenes diploide (2n=18 cromosomas), en los años 40 se empezó la duplicación del número de cromosomas mediante tratamientos a base de colchicina dando así lugar a plantas tetraploides. En la práctica se llegó a tener poblaciones llamadas anisopolides con una mezcla de diploides, tetrapolides y triploides.
Hibridación. Heterosis
Las semillas obtenidas por hibridación son más productivas, beneficiadas por la heterosis o vigor híbrido. En la multiplicación de especies como el maíz, que se cortan las inflorescencias masculinas o penachos en las líneas que tienen que ser hembras. Como las flores de la remolacha son hermafroditas sólo se podría eliminar manualmente con la lupa la parte masculina.
En 1945 Owen descubre remolachas androestériles que no presentan órganos masculinos en sus flores, actuando siempre como hembras y en 1948 formula su plan de selección por hibridación.
Además de ser un importante paso para dirigir la selección de variedades, ya puede la semilla de remolacha verse favorecido por la heterosis.
Monogermia
En su origen, la semilla de remolacha es multigermen; es el fruto, con pericarpio endurecido, de una inflorescencia con 2 a 4 flores. En 1948 el seleccionador Savitsky encuentra en sus campos de producción de la variedad Michigan Hybrid-18 algunos individuos aislados y raros que son monogérmenes
A partir de esos individuos, se selecciona la variedad monogermen SLC-101 que fue distribuida entre los seleccionadores europeos. Empieza el fin de la costosa labor del entresaque.
También progreso tecnológico
Al progreso en la selección varietal le acompaña un progreso tecnológico en el procesado de la semilla cuyo resultado es un producto de calidad excepcional.
Unas píldoras aptas para ser sembrada con precisión extrema; con un vigor germinativo del 100%; que asegura una nascencia rápida y uniforme gracias a su activación Start Up y protegida ante infinidad de patógenos y plagas con productos fitosanitarios a ultra-baja dosis con el respeto al medio ambiente que ello implica.
Se terminó, por fin, la zozobra de visitar todos los días, durante más de un mes, la parcela para seguir la nascencia; ya casi nadie habla de pérdidas de siembras por pitium, afanomices, gusanos, heladas, pájaros,… Ni de los costosos entresaques.
Dentro del proyecto AKER ya se ha determinado la cinética de la germinación de los 3.500 genotipos en el banco de germinación multicam y se han encontrado importantes diferencias en la velocidad de germinación a bajas temperaturas.
El laboratorio y el científico en los centros de selección de variedades cada vez más fue ganando importancia y esta selección no podía mantenerse ajeno a los avances de la ciencia en general.
Biotecnologías
Hasta entonces, la labor de los seleccionadores tenía la limitación que suponen varios años de reproducción sexual para obtener las semillas “distintas”. Además, el ciclo de la remolacha dura 2 años. Sólo con siembras a contra-estación en el hemisferio Sur, podían acortar estos plazos.
La Biología celular trabaja con la célula vegetal en su conjunto y el
Cultivo in vitro el más conocido de los métodos utilizados para puentear la necesidad de la reproducción sexual; en un medio hormonal específico se reproduce una planta entera a partir de un meristemo. Mutagénesis, Fusión de protoplastos, Cultivo de embriones inmaduros,…han sido ampliamente utilizados para ensanchar la variabilidad genética de la remolacha e introducir resistencias desde plantas salvajes del género beta (Rizomanía, por ejemplo).
La Biología molecular trabaja en los cromosomas dentro del núcleo de la célula. Con el análisis genético se hace el seguimiento de su contenido genético, con la ingeniería genética se puede introducir algún gen foráneo.
Las Nuevas Técnicas de Breeding (NTB) manipulan en el cromosoma, pero sin introducir elementos de fuera de la especie. El mundo científico está luchando para que las obtenciones vegetales con estas técnicas novedosas dejen de ser consideradas como OGM, lo que facilitará y abaratará mucho la puesta en el mercado del material obtenido.
En el núcleo de la célula están los cromosomas, cuya parte elemental consta de Desoxiribosa + base nitrogenda (GUANINA-CITOSINA; ADENINA-TIMINA )
Un gen es una secuencia más o menos larga (normalmente muy larga) de estos componentes elementales. Cada gen es responsable de la síntesis (o la inhibición de la síntesis) de una proteína que concede un carácter a la célula o a la planta
Fin del siglo XX y principios del XXI fueros los años de la selección mediante los Marcadores moleculares que señalan de forma indirecta la presencia o ausencia de un gen, normalmente a través de las proteínas que debería haber. Con ellos, los seleccionadores hacían el seguimiento de la fijación del gen buscado.
Actualmente estamos en el momento de la Genómica. La genómica estructural consiste en hacer el mapa físico y la secuenciación de los genes. La genómica funcional se ocupa de la función de cada uno de estos genes.
La capacidad de procesar el ingente volumen de datos que supone secuenciar y estudiar genotipos, hace que la informática y la presencia de los expertos en bio-informática sea cada vez más importante
El proyecto AKER cuyo principal objetivo ha sido ensanchar al máximo la variabilidad genética de la remolacha azucarera ha puesto en evidencia la secuencia de sus 3.500 genotipos obtenidos al cruzar su material élite con todo el género beta existente en los bancos de germoplasma de todo el mundo.
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