Después de la 1ª parte del artículo publicado ayer, se va a concretar algunas de las recomendaciones anteriores pudiendo distinguir 4 factores o parámetros importantes, con los que vamos a profundizar, siguiendo un orden aleatorio.
EL FACTOR TIERRA
Actualmente y cada día más, van quedando abandonadas las percelas, no solo por falta de gente sino porque se han convertido en obsoletas y nadie quiere trabajar sin posibilidades de conseguir un beneficio económico.
En esta falta de rentabilidad influye el escaso tamaño de la mismas, pero eso sólo sirve como razonamiento superficial, ya que se ha estado comprobando este parámetro durante los últimos 20 años y para ello se eligió un cultivo novedosa para esta Comarca, como es el nogal, sin olvidar el caqui y el de siempre, el naranjo.
Durante este periodo se ha estado trabajando y siguiendo la evolución de estos cultivos, principalmente con el nogal, por ser el menos conocido y todo ello sin contar las horas trabajadas, ni los abonos y pesticidas, siguiendo la técnica más avanzada por el momento, es decir, con el riego localizado y fertirrigación.
Además de la falta de rentabilidad de la maquinaria, pueden existir otras circunstancias, como nos ha ocurrido con el nogal. Ha aparecido la plaga de la carpocapsa (Cydia pomonella), pequeña mariposa de color nada llamativo y de actividad crepuscular o nocturna, por lo que probablemente va a tener pocos o ningún enemigo que la controle. El tratamiento más efectivo consiste en la aplicación de feromonas que provocan confusión sexual entre los machos, con lo que dificulta la copulación. Se ha probado y ha resultado contraproducente en nuestras parcelas de ensayo, es decir, no solo ha resultado ineficaz, sino que ha atraído a todos los machos de los alrededores, provocando un gran desastre en las nueces. ¿El motivo? Sólo es efectivo en fincas grandes; cuando tienen menos de 2 hectáreas juntas, produce el efecto contrario.
Para conseguir la agrupación de estas pequeñas parcelas, no será necesario el realizar una clasificación como las del Servicio de Concentración Parcelaria. Aquí la parcela va a ser la que directamente será mejor o peor, según el rendimiento obtenido cada año, ya que su producción (calidad y cantidad) dependerá de ella y de quien la trabaje. Esto se merece una explicación más detallada, que se dará por supuesto, pero no ahora que solo mencionamos las líneas generales. De momento indicar que estarán numeradas.
La puede trabajar el propietario, que siempre tendrá preferencia, u otro con ganas de sacarle un rendimiento con su trabajo. La distribución del beneficio se calculará en cada situación concreta. Cuando no haya beneficio, el propietario no tendrá ningún perjuicio y siempre ganará al tener su finca en buenas condiciones, en lugar de estar abandonada.
Por lo tanto no se trata de comprar y vender fincas. Todas son buenas y útiles, según sus posibilidades. En principio se estudian las abandonadas, pero también las que todavía no lo estén, procurando informar lo mejor posible para que resulte atractiva la idea. Puede que nadie gane al principio, pero nadie pierde. Siempre es necesario un rodaje y para eso están las ayudas oficiales, las cuales se mantendrán hasta que se consiga el pleno funcionamiento, observando que con este planteamiento se evita el problema del minifundio, como el uso de maquinaria rentable, el cultivo y tratamientos adecuados y stock productivo que facilite la comercialización a todos los niveles. Si no se consigue funcionar, pues «apaga y vámonos».
EL GESTOR COORDINADOR
El Gestor organizará los trabajos y competencias de los trabajadores, pero siempre teniendo presente las posibilidades comerciales. Después de estos años lo más sobresaliente ha sido el desamparo comercial, es decir, el depender de que otros, aleatoriamente, vengan a comprar la cosecha, no toda sino la que prefieran, fijando el precio de un producto perecedero.
Por atavismo y conformismo, se repite la forma de cultivar y producir como si estuviéramos en la 1ª mitad del siglo pasado. Se siembra o se planta un cultivo según nuestro agrado y la información «de casino», que se suele producir en las tertulias y luego a esperar, esperar a que se deje caer algún comerciante, que fije el precio de la parte seleccionada de la cosecha. La otra queda en el campo
Como se produce para vender, lo más importante no van a ser los abonos, riegos, etc., sino las posibilidades de venta y precio. De ahí que el Gestor debe tener toda la información posible de las tendencias del mercado, marketing o estudio del mercado y luego distribuir los cultivos según estos resultados. Esto no es fácil, pero siempre será más seguro que confiar en la aparición de un comerciante. También buscará posibles comerciantes, desde la lonja o bien tratando directamente con grandes empresas distribuidoras.
LOS TRABAJADORES COMUNEROS
Deberán recibir un «reciclaje» continuado, principalmente a base de cursillos muy concretos y demostraciones experimentales (D.M y D.R.)
Cada uno, según su capacidad potencial, dispondrá de la superficie adecuada. Si cultiva siguiendo las normas, la producción dependerá de su trabajo y dedicación, por lo que será el más beneficiado en caso de no ser el propietario.
LOS CULTIVOS
La programación de los cultivos va a depender del Gestor, el cual con su equipo estudiará y seleccionará lo más conveniente.
A cada comunero se le valorará lo producido, debidamente seleccionado.
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