En estos días, la cosecha en la provincias cerealistas de Andalucía (Sevilla, Córdoba y Cádiz) está en pleno desarrollo. Este año, la cosecha se ha iniciado a finales de mayo, por tanto, una semana antes de lo habitual, que viene siendo primeros de junio. El motivo del adelanto es que en mayo se produjeron varios golpes de calor, que aceleraron el secado del grano. Ya se ha cosecha en torno a un 80% de la superficie, según la estimación de Ramón García, responsable de agricultura de COAG Andalucía y Secretario Provincial de COAG Sevilla, en declaraciones a Agrodigital.com.
En una estimaciones muy preliminares, se estima un rendimiento sobre 3.000 kg/ha en trigo duro y unos 3.500 kg/ha en trigo blando y cebada. Estas cifras son inferiores a las registradas en un año normal y mucho más bajas que las constatadas en la campaña pasada, que fue un año óptimo, en el que los rendimientos oscilaron entre 4.500-5.000 kg de cereal por hectárea. Los menores rendimientos se deben a la falta de agua, recuerda Ramón García, que aunque las lluvias que cayeron en abril, vinieron muy bien, pero llegaron tarde, ya que entre un 25-30% de la superficie estaba ya irrecuperable.

Esta campaña, las siembras del cereal de invierno han sido más tardías que lo habitual. Se viene sembrando a mediados de noviembre, mientras que este año se sembró en diciembre e incluso en enero. Los cereales que menos han sufrido la falta de agua en la primavera han sido los que se sembraron más tarde, ya que estaban más retrasados en su desarrollo.
Por otro lado, García destaca la buena calidad de los granos. Los trigos blandos tienen un nivel de proteína superior al 13%. Los trigos duros tienen una vitrosidad adecuada, lo que prueba que han tenido un buen aprovechamiento de la fertilización nitrogenada.
También señalar que este año hay paja y como en el norte de España se prevé más escasez de la misma, habrá posibilidad de rentabilizarla. Otros años, cuando no hay demanda y dado que no se pueden quemar los rastrojos, la cosechadora suele picarla y esparcirla en la finca, con el sobrecoste que supone para el agricultor.
Aunque todavía no se tienen los datos de superficie sembrada de cereal de invierno (que se sabrán cuando la Junta publique los datos de la PAC), Ramón García estima que será similar a la del año anterior, ya que aunque los precios no son buenos, el agricultor no tiene otras opciones. No obstante, es previsible que haya aumentado la superficie de trigo blando y especialmente, la de cebada cervecera, a costa de la de trigo duro.
El trigo duro va en declive en los últimos años. Los precios no son buenos por la competencia del trigo duro canadiense. Además, este cereal tiene menos rendimiento que el blando o la cebada y sin embargo, tiene más costes de producción porque necesita mucho abonado nitrogenado para generar mucha proteína. En cuanto a la cebada cervecera, su tendencia al alza es debida a que tiene menos costes de producción (al ser menos exigente en proteínas) y más alternativas, ya que además de para la industria cervecera, puede destinarse a pienso.
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