Investigadores del grupo Ingeniería de Materiales y Minera de la Universidad de Jaén diseñan nuevos materiales para la construcción a partir de los residuos agrícolas e industriales obtenidos en diferentes tipos de plantas y fábricas. El objetivo de esta investigación es convertir este tipo de residuos en materia prima y nutrientes tecnológicos eficientes que mejoren las cualidades de sus predecesores, y que contribuyan a generar una industria más económica, de menor impacto medioambiental y que dé salida al importante volumen de residuos que se genera en la actualidad.
La investigadora de la UJA y principal responsable de este proyecto, Carmen Martínez, explica que trabajan con muy diversos tipos de residuos, como los resultantes de la depuración de aguas residuales, de la industria cervecera, polvo de corcho resultante de la fabricación de tapones y otros envases de este material, residuos procedentes de la elaboración de aceite de oliva, cenizas de biomasa o restos de la industria papelera, entre otros. A partir de los mismos, han desarrollado principalmente tres materiales: ladrillos que vengan a sustituir a los que se usan habitualmente en construcción, espumas cerámicas y áridos ligeros, que son materiales física y químicamente neutros, que no desprende gases ni malos olores, no se pudren y no son atacables por parásitos, hongos o roedores, resultando muy atractivos en sectores como el de la construcción, la agricultura o la ingeniería civil y ambiental. La investigadora y profesora subraya que uno de los objetivos principales es que estos nuevos materiales mejoren sus cualidades en relación con los que están elaborados a partir de materias primas naturales y, en definitiva, marquen la diferencia con respecto a éstos desde un punto de vista no sólo ambiental, sino también tecnológico.
De esta manera, el equipo de la UJA ha conseguido dos destacables mejoras en la elaboración de estos nuevos ladrillos. “Uno de los grandes problemas que tenemos con estos nuevos materiales es que al introducir residuos en su composición se reduce mucho su resistencia mecánica, en este punto hemos conseguido ajustar los procesos de elaboración para que estos ladrillos no pierdan fuerza de resistencia, a la vez que mejoran notablemente sus capacidades de aislamiento térmico”, señala la investigadora. Además, en algunos materiales de construcción elaborados a partir de residuos de hierro y titanio el equipo jiennense ha conseguido mejorar su color, consiguiendo unas tonalidades rojas más vivas y más atractivas para la industria de la construcción. En el caso de los áridos ligeros, el equipo de la UJA ha desarrollado una patente de un modelo elaborado con arcilla y residuos, destinado principalmente al uso en jardinería y horticultura. Actualmente está en vías de desarrollar una nueva patente para un árido elaborado únicamente a partir de residuos, con una densidad extremadamente baja.
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