La Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia trasladará al Ministerio de Agricultura (Mapama) la necesidad de implantar un período de transición y diferentes excepcionalidades para Galicia en la aplicación de la normativa sube purines en las superficies agrícolas. Así lo anunció hoy la titular de este departamento, Ángeles Vázquez.
La conselleira explicó que, además de pedir una moratoria, la Xunta demandará al Gobierno Central que tenga en cuenta las especificidades de Galicia a la hora de desarrollar esta legislación. Estas excepciones se solicitan en función del sistema de explotación, para las granjas en extensivo, por orografía y edafología, por las condiciones del clima, por tamaño de las explotaciones y su dispersión y por motivos socioeconómicos.
En el caso de la orografía, se recuerda que un porcentaje importante del suelo agrario útil de Galicia se localiza en zonas de alta montaña o con limitaciones naturales. La pendiente en algunas de estas áreas haría imposible practicar el abonado tal y como establece la normativa, implicando también un riesgo para las personas durante su aplicación, por las altas posibilidades de que las máquinas se deslicen en suelos húmedos.
Cuanto a la edafología, se indica que buena parte de nuestra comunidad se caracteriza por terrenos de montaña pedregosos que impedirían la inyección del purín. Pola climatología, se ponen de manifiesto que Galicia es una región con precipitaciones elevadas durante períodos prolongados, que limita el tiempo disponible para las labores agrícolas y que condiciona el acceso a las superficies y las prácticas de abonado, propiciando además desplazamientos y hundimientos de la tierra, con el te conseguiente riesgo de que la maquinaria vuelque.
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