Las autoridades comunitarias van a iniciar el apropiado procedimiento ante la Organización Mundial del Comercio para conseguir levantar las sanciones que EEUU y Canadá llevan imponiendo a la UE por el tema de las hormonas. La OMC condenó en 1998 a la UE por prohibir las importaciones de carne tratada con hormonas, debido a que dicha prohibición se había establecido sin que mediara un análisis científico de los riesgos inherentes al consumo de carne.
Tras la decisión de la OMC, la UE llevó a cabo una rigurosa evaluación de las pruebas científicas disponibles, lo que le ha permitido cumplir con lo establecido por el organismo internacional. El resultado de dichos estudios ha confirmado que las hormonas estradiol-17 beta, testosterona, progesterona, acetato de trembolona, zeranol y acetato de melengestrol, utilizadas como promotores del crecimiento, suponen un riesgo para el consumidor y que concretamente, el estradiol-17 beta es cancerígeno y puede provocar tumores.
En base a estos resultados se ha elaborado una directiva, la 2003/74/CE, en la que se establece que de cara al uso de estas sustancias para potenciar el crecimiento de los animales es preciso mantener la prohibición definitiva del estradiol-17 beta y continuar aplicando la prohibición temporal en relación con las otras cinco sustancias.
EEUU y Canadá aplican desde Julio de 1999 unas medidas de retorsión a la UE por la negativa de ésta, a aceptar la importación de carne con hormonas promotoras del crecimiento. Estas sanciones consisten en el incremento de los aranceles, de una lista de productos, por una cantidad de 116,8 millones de dólares de EEUU y por 11,3 millones de dólares canadienses, según se trate de EEUU o de Canadá.
Más información sobre la directiva 2003/74/CE en:
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