LOS GOBERNANTES DESATIENDEN LOS PROBLEMAS DEL SECTOR y minusvaloran injustamente la agricultura. Nos quejamos del escaso nivel de apoyo por parte de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Agricultura y Pesca; nos quejamos de la negativa del Consejero y de la Ministra a reconocer la situación de daños producidos por las repetidas olas de frío y la sequía que afecta a Granada, en especial, y el resto del territorio, en general; nos quejamos de la falta de interlocución con los responsables provinciales.
Los decretos aprobados por las Administraciones sólo aportan medidas de tipo fiscal y se refieren únicamente a las heladas del mes de enero. No incluyen, los cereales ni los costes de sobrealimentación de los animales por falta de pastos que soportan los ganaderos, con cifras que superan los 30 millones de euros.
ESTAMOS ANTE LA MAYOR CRISIS AGRÍCOLA DE LA HISTORIA. Ni las peores crisis de los años 50 y 70 del pasado siglo igualan la que actualmente estamos atravesando. Las intensas heladas de los meses de enero y febrero de 2005 y la pertinaz sequía que venimos sufriendo desde finales del pasado año 2004 han asolado el campo granadino y son el remate de un panorama ya de por sí grave en el campo.
Todas las comarcas están afectadas y hay pocos cultivos que se salven:
Los cereales, leguminosas, proteaginosas y oleaginosas sin nacer por la falta de lluvias, sobre todo, en la zona norte de la provincia, Baza y Huéscar. Noventa mil hectáreas afectadas: un 80% del total. Pero también en Guadix, Alhama, Loja, Iznalloz…
El olivar con lesiones en las hojas que mermarán las cosechas de los próximos años y con daños irreparables en madera. De norte a sur, y de este a oeste, 157.000 hectáreas perjudicadas, especialmente en los Montes Orientales y Occidentales con un 90% de la producción perdida.
Los almendros de la Alpujarra, alcanzados por la ola de frío en plena floración, con pérdidas de más de seis millones y medio de kilos de almendra.
Los cultivos hortofrutícolas bajo plástico de la Costa fulminados por la nieve y las heladas: pepino, pimiento, judías, calabacín y tomate cherry; subtropicales como aguacate y chirimoyo y cultivos al aire libre como la patata extra-temprana.
Los cítricos del Valle de Lecrín, con más de cuatro millones de kilos perdidos, un 75% de la producción anual.
Los frutales en la Vega de Granada y espárragos, cuyos brotes no han salido hasta hace diez días impidiendo su normal desarrollo.
Las pérdidas globales alcanzan ya los 360 millones de euros, que pueden verse aumentadas cuando comience el periodo de floración en primavera fundamentalmente en el olivar. Entonces muchos olivos tendrán que ser arrancados y habrá que esperar años hasta que se renueve la cosecha de aceituna.
Los agricultores se quedan sin posibilidades de mínimos ingresos o con importantes pérdidas de rentabilidad. Muchos olivareros abandonarán la producción de aceite. Se perderán, además, cientos de miles de jornales, las empresas agroalimentarias y de transformación de nuestra provincia, las almazaras y cooperativas verán su continuidad empresarial gravemente afectada.
Ante este panorama la sociedad no puede quedarse impasible. LOS PROBLEMAS AGRARIOS SON PROBLEMAS DE TODA LA POBLACIÓN tanto por la indiscutible función social que la agricultura y ganadería representan en la conservación del paisaje, del medio ambiente y modos de vida de nuestros pueblos como por el trenzado económico que sostiene: transportistas, fabricantes de envases, y múltiples empresarios y trabajadores de subsectores dependientes de la agricultura, y, sin duda, por las consecuencias para los consumidores, que verán escasear y encarecer muchos productos.
POR TODO ELLO, EL CAMPO GRANADINO PIDE HOY PIDE JUSTICIA Y ACTUACIONES, Y SOLUCIONES A NUESTROS GOBERNANTES, Y SOLIDARIDAD Y COMPRENSIÓN A LA SOCIEDAD.
NO QUEREMOS LIMOSNAS,
NO QUEREMOS SUBVENCIONES
QUEREMOS UN TRATO JUSTO E IGUALITARIO CON RELACIÓN A OTROS COLECTIVOS QUE TAMBIÉN PASAN POR PROBLEMAS PUNTUALES Y VEN EN PELIGRO SU SUPERVIVENCIA.
NO PODEMOS CONSENTIR POR MÁS TIEMPO QUE SE NOS DIGA QUE NO HA PASADO NADA, QUE LA SITUACIÓN NO ES TAN GRAVE.
QUEREMOS MANTENER NUESTRA ACTIVIDAD
QUEREMOS SEGUIR SIENDO AGRICULTORES Y GANADEROS
QUEREMOS QUE LAS EMPRESAS TENGAN FUTURO
QUEREMOS PROTEGER EL ENTORNO NATURAL
QUEREMOS MANTENER EL MEDIO RURAL VIVO, NUESTROS PUEBLOS Y NUESTROS MODOS DE VIDA
QUEREMOS SEGUIR CONTRIBUYENDO A LA SOCIEDAD CON NUESTRO TRABAJO
QUEREMOS SEGUIR PRODUCIENDO ALIMENTOS SANOS Y SALUDABLES
PERO QUIEN GOBIERNA NOS NIEGA EL FUTURO, quien gobierna va a consentir que el medio rural se muera, quien gobierna será responsable de que el entorno que conocemos se transforme en un desierto, que los pueblos se queden sin gente, que las empresas, las cooperativas tengan que cerrar. A ellos, a los que gobiernan y no a otros habrá que señalar como culpables por omisión de una catástrofe social, humana y natural como la que se avecina en Granada si no se ofrecen soluciones reales.
NECESITAMOS QUE NUESTROS GOBERNANTES SE TOMEN EN SERIO LOS PROBLEMAS POR LOS QUE ATRAVIESA EL CAMPO. NECESITAMOS MÁS ACCIONES Y MENOS PALABRERÍA.
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