De acuerdo con las últimas cifras del Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido, se han presentando 174 solicitudes de permiso por la normativa IPPC (Control Integrado de la Polución). De éstas, 147 se refieren a explotaciones de cebo y 27 a las de reproductoras.

Estas cifras ponen de manifiesto que muchos porcicultores no han solicitado el permiso. Algunos, porque han reducido el tamaño de su explotación o están en vías de hacerlo. Otros, porque están pensando en retirarse. También están los ganaderos que piensan que sus explotaciones están ya tan viejas que no tendrán ningún valor como tales cuando vayan a venderlas.

La sectorial de porcino del Reino Unido aconseja a estos ganaderos, con explotaciones que se encuentren un 20% por debajo de los umbrales que obligan al permiso (más de 750 cerdas o más de 2.000 plazas de cebo de más de 30 kg) que soliciten el permiso, antes de vender, dado que van a revalorizar su explotación. Opinan que cada vez va a ser más difícil obtener el permiso para las nuevas explotaciones. Muchos potenciales compradores pueden estar interesados en una explotación vieja, con permiso, para reconstruirla de nuevo y ampliarla.