Investigadores de la Universidad Virginia Tech (EEUU) han desarrollado una unidad de pirólosis, portátil, que es capaz de convertir la basura de pollos en biocombustible. Las deyecciones de los pollos pueden convertirse en tres productos, biodiesel, gas y fertilizante.

En el proceso de conversión, la unidad de pirolisis calienta la basura de los pollos hasta que se vaporiza. El vapor se condensa para producir biodiésel y un fertilizante de liberación lenta, se recupera en el reactor. El gas puede ser utilizado para que funcione la unidad de pirólisis, haciendo que el sistema sea autosuficiente.

La investigación ha puesto de manifiesto que el rendimiento en biodiésel es de entre un 30 a un 50% en peso. El porcentaje varía según la edad y el contenido de la cama que tiene la basura. El mayor rendimiento detectado es con cama de virutas de madera, con un rendimiento de un 62% en peso.