Sevilla, 21 de noviembre de 2007. Las primeras estimaciones realizadas por COAG, arrojan un balance desolador en la provincia de Sevilla, donde más de cien invernaderos han sufrido importantes daños, la mayoría de los cuales han quedado completamente arrasados. También se han visto afectadas unas cien naves agrícolas, de las cuales más de sesenta han sido totalmente destruidas, junto con los aperos, maquinaria agrícola y sistemas de riego que se encontraban en ellas.
En estos momentos, COAG Sevilla trabaja de manera conjunta con el Ayuntamiento de Lebrija, las cooperativas y comunidades de regantes para valorar las pérdidas. Se ha instalado una oficina técnica en la que se está atendiendo individualmente a los agricultores que se han visto afectados. Aunque todavía es pronto para cuantificar todos los daños, las primeras estimaciones valoran en más de 15 millones de euros las pérdidas económicas. Por eso, esta organización agraria considera prioritario que se ponga en marcha un plan de actuación urgente para todos los afectados.
La comarca de Lebrija y las Cabezas de San Juan ha sido la más perjudicada por el temporal, aunque también ha habido daños en infraestructuras en otros puntos de la provincia de Sevilla, como en la zona de la Campiña.
En Cádiz, se han dado situaciones distintas por comarcas. En la zona de Chiclana, los fuertes vientos han provocado daños en estructuras de invernaderos al hacer que se vuelen los plásticos, y en la sierra, aunque ha habido poca precipitación sí se han registrado rachas de viento fuertes, que han provocado la caída de aceitunas que estaban en los árboles. También ha habido algunas inundaciones en campo en la zona de Monte Algaida, donde se han registrado cerca de 70 litros por metro cuadrado.
Sin embargo, en la comarca de la Campiña y Jerez, el agua caída, que ronda los 50 litros por metro cuadrado, es muy beneficiosa para la remolacha y los cultivos herbáceos que se acaban de sembrar, igual que ocurre en la zona de El Puerto, donde también se han registrado precipitaciones de unos 50 litros por metro cuadrado, y cuyos cultivos también han recibido de manera muy favorable el agua caída y la que pueda venir.
En Málaga, las precipitaciones han sido escasas, y han beneficiado sobre todo a las comarcas de Ronda, la costa y las zonas más altas de la Axarquía, donde se han registrado precipitaciones cercanas a los 30 litros por metro cuadrado. En esas zonas, los cultivos más beneficiados han sido el olivar y el trigo que se acababa de sembrar, y cuya nascencia está prácticamente garantizada con las precipitaciones registradas. Sin embargo, en otras comarcas malagueñas como Antequera o Guadalhorce (que sigue bajo el decreto de sequía), el agua caída sigue siendo insuficiente, y tanto el olivar como el trigo siguen necesitando agua (en el caso del cereal, la lluvia ha dejado la tierra parcialmente húmeda, y esto puede ser peligroso para la nascencia del trigo ya que, si al brotar no encuentra más jugo, puede secarse). En general, el agua caída en la provincia viene muy bien para los pastos, pero no tendrá incidencia en acuíferos ni en cuencas, ya que no habrá escorrentías.
En Córdoba, de momento no hay constancia de que se hayan producido daños relevantes en las cosechas. No obstante, como ha caído mucha agua en muy poco plazo de tiempo, sí se ha producido erosión en algunas zonas de olivar, cultivo al que, por otra parte, el agua le viene bien porque engorda la aceituna que está en el árbol y permite así mejorar las perspectivas de cosecha. En la provincia cordobesa, la lluvia también ha beneficiado al cereal y a los cítricos, muy necesitados de agua, y ha permitido salvar los ajos que se habían sembrado y cuya simiente se habría perdido si no llega a ser por las lluvias.
Igualmente beneficiosas han sido las precipitaciones en la provincia de Huelva, donde se han visto favorecidos cultivos como el olivar, la viña (que acumula reservas para el próximo año) y los cereales. Especialmente satisfechos con las lluvias están los ganaderos, porque el agua favorece la aparición de pastos para la alimentación del ganado (lo que supone un ahorro considerable para el productor, dado el alto coste actual de los piensos)
Por lo que respecta al resto de las provincias andaluzas, en Jaén se han producido algunos daños en infraestructuras a causa del viento, pero el agua caída va a beneficiar a la inmensa mayoría de los cultivos. En Granada y en Almería, no ha llovido mucho, así que el agua viene bien, en general, para los cultivos que se encuentran en el campo. Sin embargo, en algunas comarcas de Granada las rachas de viento sí han provocado daños en estructuras y en frutales, aunque todavía no existe una valoración precisa.
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