SNIV, la asociación de industrias cárnicas de Francia, ha pedido que se puedan utilizar nuevamente las harinas de carne y hueso en la alimentación de pollos y cerdos. Hay un doble motivo para esta petición, por un lado, el importante aumento del precio de los piensos. Por otro, que en un último dictamen de la Agencia Francesa de Seguridad de los Alimentos (AFSSA) se indicaba que el riesgo de exposición humana a la EEB se ha reducido en relación al que existía antes de la epizootia de la EEB clásica.
Otra de las peticiones es obtener de la administración un posicionamiento claro sobre la tasa de impurezas de 0,15% en las grasas tratadas térmicamente. Según el Sindicato francés de Fabricantes de Piensos, cuando se producen las grasas, éstas deben presentar una tasa de impurezas inferior a un 0,15%, lo que puede presentar problemas técnicos de control de trazas de proteínas en la fórmulas. Sin embargo, para SNIV, se trata de una razón de orden económico y comercial. Las especificaciones de los operadores imponen frecuentemente una alimentación 100% vegetal y mineral, exigencia que los fabricantes de piensos para el ganado transforman en un argumento para no tener que gestionar en sus cadenas de producción un doble flujo (vegetal/animal) con los riesgos de contaminación cruzada que conlleva.
SNIV también demanda la introducción de una herramienta de identificación del origen de las especies para las proteínas animales, así como comprometer a los fabricantes de piensos a una reorganización de flujos que permitan técnicamente la puesta en el mercado de productos de origen animal.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.